La capacidad de absorber y retener carbono de las raíces de los pastizales del Río de la Plata es un 50% superior en las zonas donde hay pastoreo que en aquellas donde el ganado de retiró hace tres años o más, concluyó un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y la Universidad de la República de Uruguay, que  compiló y publicó investigaciones regionales.

La primera tarea era, entonces, recopilar todos esos datos y ordenarlos para que estén disponibles para todo el mundo; en ese contexto comenzaron a surgir preguntas y una de las primeras fue qué pasaba con el pastoreo, una actividad que aumentó mucho en la medida que el ganado doméstico arribó, allá por el siglo XVI.

“Los artículos que encontramos estaban hechos en áreas pastoreadas y no pastoreadas, también llamadas “clausuras”, donde se retiró el ganado; de modo que podíamos juntar a todos los trabajos bajo una misma pregunta: qué efecto tiene sobre las raíces el hecho de excluir el pastoreo en un pastizal”, detalló.

Y continuó: “Como los estudios no eran directamente comparables entre sí lo que hicimos fue usar una técnica estadística que se llama metaanálisis, que permite combinar resultados de múltiples estudios independientes sobre un mismo tema y llegar a una conclusión cuantitativa y generalizable sobre todos ellos”.

El investigador explicó que entre el 15 y el 20 por ciento del carbono total contenido en el suelo de los pastizales templados está en las raíces: “Se trata de una fracción muy importante. También sabemos que los pastizales tienen entre cuatro, seis y hasta diez veces más raíces que los cultivos de grano que reemplazan a eso a esos pastizales, así que la estrategia de capturar carbono presente en la atmósfera en raíces de pastizal es una estrategia muy conducente y en principio queríamos conocer cuánto era ese stock de carbono que teníamos”.

El trabajo, entonces, tuvo dos resultados: “Por un lado -dijo- una base de datos con más de mil registros de estudios de investigadores/as de Brasil, Uruguay y Argentina durante los últimos 40 años, que  evidencia que existen pastizales muy estudiados, como los del Salado en la Provincia de Buenos Aires, y otros de los que no sabemos casi nada, como los del norte uruguayo”.

Pero, además, a partir del metanálisis los investigadores pudieron encontrar un patrón muy claro: “Si la clausura, es decir, la exclusión del ganado en pastizales bajo pastoreo, tenía tres o menos años de antigüedad, es decir, era relativamente nueva, la biomasa de raíces era similar bajo pastoreo que bajo clausura. En cambio, si la clausura era más antigua, es decir tenía más de tres años, la biomasa de raíces se reducía respecto de sitios pastoreados en promedio hasta un 50 por ciento”, describió.

“Esta conclusión no es novedosa en la literatura de pastizales, pero sí para la región, y confirma que la ganadería pastoril viene a ser una aliada del ‘secuestro’ de carbono, y no lo contrario”, concluyó. 

Fuente: Agencia Télam

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