La Secretaría de Ambiente, en cooperación con CADIC y Prefectura Naval Argentina, están trabajando para establecer las causas del mismo.

El pasado sábado 21 de enero, se encontró una ballena sin vida semisumergida en proximidades de la zona costera de Punta San Juan, a unos 18 km al Este de la ciudad de Ushuaia; tras el avistaje de un particular, se le dio aviso al Jefe de Prefectura, quien cumpliendo con los protocolos establecidos para los casos de hallazgo de fauna marina en la provincia, se comunicó con la Secretaría de Ambiente, a través de su Dirección General de Biodiversidad y Conservación, y se coordinó con científicos del Centro Austral de Investigación Científica (CADIC) para organizar la extracción de la ballena y trasladarla a algún sitio para tomar muestras del animal, en la búsqueda de indicios sobre la causa del varamiento y deceso.

Según informó una investigadora del CADIC, cuando el domingo se dirigieron a la zona del hallazgo, la ballena había sido arrastrada por las corrientes a una zona de playa entre Punta Paraná y Almanza.

Al consultar sobre las posibles causas de muerte del animal, Eduardo Bauducco, Director de Conservación, advierte que, “es prematuro especular sobre las posibles causas. Lo más frecuente es que los animales mueran al culminar su ciclo de vida, enfermando hasta llegar a morir, y muchas veces eligen nuestras costas para hacerlo. Pero en dicho proceso es importante conocer si hubo factores antrópicos, es decir, intervención del humano, que hayan acelerado el proceso.”

Para finalizar el Director de Conservación aseveró, “cuando un animal como este, entra en proceso de descomposición, comienza a desarrollar una carga bacteriana muy grande, acumulando gases en su interior que a veces los libera por su boca o genitales y en otros casos, cuando no lo logra, se hincha al punto de estallar, exponiendo dicha carga bacteriana al entorno.”

“Pedimos por favor a la población y turistas que eviten acercarse y/o tocar a la ballena, es necesario tomar una distancia prudencial para reducir riesgos sanitarios innecesarios”, cerró.

El caso se trataría de una Ballena sei o Balaenoptera borealis, es una especie poco conocida debido a que suele pasar la mayor parte del tiempo en aguas profundas. Suele confundirse con la Ballena minke o con el Rorcual común o fin, aunque la Ballena sei presenta tamaños intermedios entre estas especies alcanzando unos 20 m de largo y 30 toneladas de peso.

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