Presente y futuro ambiental de una provincia única
Para mí Santa Cruz es la provincia más mágica del país. Única. Habitar sus paisajes me trae paz. Al contemplar la naturaleza siento la sabiduría de la evolución de la tierra, presente en bosques petrificados, vestigios de grandes glaciares, montañas majestuosas y su flora y fauna sorprendente.
No me imagino esta provincia de otra forma. Por eso me pregunto, ¿cuál es el potencial de Santa Cruz para conservar su naturaleza armónica? En diálogo con Mariano Bertinat, secretario de Estado de Ambiente de la Provincia de Santa Cruz, intentaremos clarificar esta cuestión.
– ¿Cuál es el potencial de Santa Cruz en materia ambiental? ¿Qué puntos lo reflejan?
Ante esta primera pregunta, el funcionario señaló las características de Santa Cruz como provincia joven, institucionalizada recién en 1958, y con la menor densidad poblacional del territorio argentino continental, con casi 244.000 km2 y alrededor de 350.000 habitantes. Lo cual trae ciertos limitantes y también ventajas. Por un lado, el desarrollo económico es complicado al tener que realizar grandes obras de infraestructura para pocas personas. Pero por el otro, estamos todavía a tiempo de hacer las cosas bien, estratégicamente. “Hay muchos ambientes que resguardan aún su perfil originario en términos ecosistémicos y la presión de la sociedad, de las ciudades, es baja”. De esta forma, Bertinat resalta tres pilares fundamentales para potenciar y preservar las características naturales de la provincia. Primero, incrementar el conocimiento de los recursos, de los bienes, de la naturaleza. Segundo, identificar los servicios ecosistémicos que la naturaleza nos ofrece. Y dado esto, planificar con una visión de sostenibilidad.
Si Santa Cruz tiene su matriz socioeconómica vinculada fuertemente a los recursos no renovables como el gas, petróleo, oro y plata, se debe potenciar los recursos renovables como la pesca, ganadería, turismo y energías renovables. Estas deben ser las bases para el desarrollo sostenible del futuro de la provincia. Por ejemplo, seguir aprovechando la capacidad de generación de energía renovable, en donde la provincia genera 300 MWh mediante energía eólica. Esto es más de lo que consume toda su economía, dejando un saldo positivo en el aporte de electricidad a la red nacional. Aquí pasamos a la siguiente pregunta.
– ¿Cuáles son los principales puntos concretos de generación de renovable en la provincia?
Las represas sobre el río Santa Cruz abastecerían el 5% de la demanda nacional. Ambas continúan en ejecución. La central Jorge Cepernic se encuentra en un 22% de la obra finalizada y la central Néstor Kirchner en un 35%. Sacando de lado la discusión de si la energía hidroeléctrica es renovable o no, el funcionario resalta su condición no fósil. También reconoce su importancia paisajística e histórica (recordemos cómo Darwin y Fitz Roy remontaron esas aguas) pero resalta la característica semi-árida de esa región, la importancia de la generación de empleo y la realidad de que estos proyectos se encuentran alejados de centros urbanos.
En cuanto a energía eólica, la producción se concentra en tres grandes parques: Bicentenario, cerca de Puerto Deseado; Vientos Los Hércules, en las cercanías de Koluel Kayke; y Cañadón León, en Cañadón Seco. Cada uno produce alrededor de 100 MWh, con los índices más altos de generación de energía eólica del mundo con más de 60% de eficiencia- es decir, la productividad de la infraestructura instalada-. El Secretario explica que llegamos a un punto máximo en la capacidad de inyección de electricidad a la red nacional, lo que significa que por más que se hagan más parques eólicos, la infraestructura presente no permite aportar más electricidad.
Por lo tanto, la opción que está tomando fortaleza en la Patagonia es la creación de parques eólicos para la producción de hidrógeno verde, que se puede almacenar en forma líquida y exportar por vía marítima, sin ser necesario un tejido nacional de transporte de energía. Ante esto, se está trabajando en una evaluación ambiental sobre los corredores migratorios de las aves en Santa Cruz para determinar dónde es más factible hacer los nuevos parques que vengan.
Por último, la energía solar se materializa en los establecimientos agropecuarios de la provincia para uso doméstico y productivo. Son estancias y puestos que han accedido al plan nacional de energía solar; lo cual es vital dada la dimensión de algunos establecimientos y su condición de aislamiento o localización remota.
– ¿Cuál tu visión sobre el turismo sostenible en la provincia? ¿Qué se está haciendo?
“Todas las iniciativas de turismo rural son sostenibles y ayudan a diversificar la matriz productiva de Santa Cruz porque son de bajo impacto ambiental y permiten diversificar los ingresos de los productores”. Así, Bertinat expresa que los mejores ejemplos se ven en las estancias turísticas y los parques nacionales (donde Santa Cruz es la provincia con mayor cantidad de parques nacionales del país). Además, se está intentando desarrollar atractivos turísticos que no son los principales puntos de la provincia, dándole espacio a destinos menos conocidos para que crezcan económicamente. Por ejemplo, se puede destacar la iniciativa “Tres Parques, Tres Puertos” vinculado a Puerto Santa Cruz con el Parque Monte León, Puerto Deseado con Isla Pingüino y Puerto San Julián con el Parque Makenke.
– Por último, ¿dónde se materializa el financiamiento ambiental?
En el plano local, iniciativas como reservas naturales urbanas o mejoras en el servicio de recolección y tratamiento de residuos son financiadas por los propios municipios o la provincia. Cuando las obras toman dimensiones mayores, se recurre a fondos nacionales e internacionales, como el Ministerio de Ambiente de la Nación y el programa de erradicación de basurales de cielo abierto, o el Banco Interamericano de Desarrollo para proyectos de gran envergadura. También está el aporte y presencia del sector minero, que aporta mensualmente bajo el fideicomiso UNIRSE, hacia diversos proyectos ambientales. Además, se está desarrollando un programa de activos digitales llamado AONI TOKEN, donde “se trata de recibir financiamiento del sector privado y la comunidad en general para financiar proyectos ambientales”. Esta iniciativa fue lanzada hace pocos meses en Canadá y lo innovador es que cualquier actor puede contribuir a este tipo de proyectos, con la trazabilidad transparente de la tecnología blockchain, donde los donantes pueden seguir el flujo de sus fondos y ver el impacto concreto de sus aportes (https://aonisantacruz.com/)
Connor Fernandez es investigador y consultor en asuntos de fortaleza institucional, transparencia democrática y cambio climático. Además, es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de San Andrés y Magíster en Derecho y Economía del Cambio Climático por FLACSO Argentina.