Emprendedores de todas las provincias llegaron a Tecnópolis para capacitarse y exponer. Una de las seleccionadas de Tierra del Fuego habló con EL ROMPEHIELOS y contó su experiencia. La posibilidad de aprender se conjuga con el incentivo que genera el encuentro de quienes apuestan por poner sus ideas en marcha.
Emprender. Ese desafío que le pica a más personas de las que en realidad se animan a realizarlo, a dejar las comodidades del empleo formal, o que no están dispuestos a sacrificar lo que hace falta para hacerlo. Un camino a veces solitario, que tiene en el medio más frustraciones que satisfacciones, puede ser más llevadero cuando las políticas adecuadas se aplican en los momentos indicados.
Florencia Degirolmo tiene 28 años, es diseñadora gráfica y se recibió en 2013 en la Universidad de Palermo. Ese año volvió a Río Grande y desde 2014 está al frente de Foen Diseño Gráfico. Desde entonces, participa de las distintas ferias que promueve el municipio de Río Grande ofreciendo sus productos.
Fue seleccionada para participar del programa Ferias Permanentes en Tecnópolis y desde el jueves está en Buenos Aires. “Vine el jueves al mediodía y me quedo hasta el que viene. Una semana”.
La iniciativa es parte del Ministerio de Desarrollo Social, que además brinda una capacitación especial para los emprendedores que llegan de todo el país. “Fue el sábado y el domingo, el viernes tuvimos una capacitación”, confirmó Florencia a EL ROMPEHIELOS.
Foen Diseño Gráfico estaba en el registro que la municipalidad riograndense tiene de quienes participan de las diferentes ferias de emprendedores que se organizan. “Me llamaron para ver si estaba inscripta, si tenía los papeles, para ver si podíamos participar en la feria. Me dijeron que en realidad ellos preguntaban a los emprendedores y los pasaban a Buenos Aires. Ellos elegían a ver quién podía participar -describió la emprendedora- después de una semana me avisaron que sí, que iba a participar. Que Tecnópolis se hacía cargo de lo que era hotel, capacitación, de llevar y traernos a Tecnópolis y desde el Municipio se encargaban de lo que era el aéreo”.
La capacitación que incluía el viaje tenía como fin abarcar el uso de redes sociales además de estrategias de comercialización en punto de venta. “Nos explicaron cosas de márketing, el tema de Instagram, cómo usar las redes sociales para vender mejor. Nos explicaron un poco el tema de Tecnópolis, que íbamos a tener nuestro stand y lo hacíamos como queríamos, y de igual modo con las formas de vender”, explicó Florencia.
El curso fue desde la mañana del viernes hasta las cuatro de la tarde aproximadamente. A los feriantes que fueron les regalaron además el posnet Todo Pago para poder comenzar a trabajar con las tarjetas, “que a mí me vino de diez”, confiesa la diseñadora riograndense.
El sábado y el domingo fue la hora de exponer. A Florencia y sus colegas emprendedores los llevaron hasta Tecnópolis y les dieron su un stand. “Estaba buenísimo: teníamos cajones, todo para ordenar, nos dieron bolsas. Después nos dieron unas tarjetas que tenían nuestros datos para entregar a todos los que pasaban. Y bueno, ahí comenzaron a hacer las fotos de nuestros productos para tener un catálogo de lo que hacía cada emprendedor, para el día de mañana hacer, no sé si necesitan hacer algún tipo de souvenir o algo, o ven si pueden hacer algo con nuestros productos… nos van a llamar o por ejemplo si hay ferias más adelante nos tiene como inscriptos”, detalló.
Florencia no fue la única fueguina que estuvo en Tecnópolis el último fin de semana. Otras tres emprendedoras de la provincia -dos de Ushuaia y una más de Río Grande-, fueron parte de la comitiva. En total, 20 emprendedores de todo el país tuvieron su chance de ir a capacitarse y exponer en Tecnópolis.
Los emprendedores sean unidos
La experiencia fue más allá de una capacitación y los beneficios que obtuvieron quienes participaron. Florencia lo relata de la siguiente forma: “éramos todos emprendedores, y estábamos todos en la misma, y como que buscar la forma de decir ‘la próxima nos juntamos en otro lado’, con las de Ushuaia quedamos en contacto como para hacer otras cosas o para estar en ferias y esas cosas. La gente iba y se interesaba. Nos revisaban todo. Se interesaban y preguntaban de dónde éramos. Todos decían ‘bueno, la próxima’ y como decíamos que éramos de Tierra del Fuego, ahí compraban porque no habían visto los tarjeteros, cosas así. Por ahí los cuadernos sí, pero me decían mucho que los cuadernos estaban buenos porque era un diseño distinto al de la librería que tenían todos, que es lo que trato de mostrar. Más allá que acá no los traía personalizados”.
Del rubro que se ocupa Florencia fue la única. Aunque había otros feriantes que hacían cosas que ella también vente. “Yo no había traído tanto de eso. Había traído cuadernos y cosas que me interesaba más mostrar -detalló-. Después entre los demás sí había productos repetidos, como por ejemplo bolsos con diferentes telas. Pero cada uno tenía sus técnicas. Algunos buscaban el reciclaje y otros eran con telas compradas. Pero trataron que no sea todo igual. Había variedad, una señora con mermeladas, otra chica que cocía y hacía carteras de cuero. Había de todo un poco”.
Emprendimiento en perspectiva
“Siempre quise el tema del local, tener un lugar físico más allá de las ferias, que también siempre me va a gustar participar porque es donde empecé. Pero el tema del local, y tener un lugar fijo y poder tener el producto siempre en vista es como el gran sueño” respondió Florencia cuando le preguntamos cómo y por dónde seguía Foen. Es que el conformismo y la pasividad son enemigas del emprendedorismo.
“Y después siempre tratar de crecer y poder ofrecer más cosas más allá de lo que hago. Trato de en alguna feria llevar algún producto más, ya sea las botellas con el vinilo incorporado, algo nuevo. A las ferias siempre vamos los mismos así que hay que tratar de mostrar algo diferente”, agrega Florencia. Crecer, diversificar. Las políticas adecuadas en los emprendedores correctos, claves de respaldo para quienes construyen una economía sustentable y con identidad fueguina.
Pablo Riffo