Al cumplirse nueve años de la desaparición de Sofía Herrera, el nuevo juez de la causa decidió dar una conferencia de prensa en la que detalló en qué instancia se encuentra la investigación.
La primera actuación del nuevo juez fue dar a conocer la actualización del rostro de la niña desaparecida el 28 de septiembre de 2008, “debo reconocer que esa actualización no obedeció a una gestión mía sino de los jueces anteriores que estuvieron a cargo de la causa”.
En tal sentido el magistrado admitió: “Debo manifestar mi satisfacción por el compromiso evidenciado por nuestra sociedad, en el momento en que asumí dije que enfrentaba un compromiso profesional pero también humano en la averiguación de la verdad en este caso”.
El caso Sofía es una cuestión social que trasciende lo jurídico.
En cuanto a las últimas novedades del caso, el Dr Césari detalló que “a los 10 días de haberse difundido nacionalmente el nuevo rostro, la mamá de Sofía recibió una denuncia a través de la red social Facebook que generó una investigación a nivel policial, porque se daba cuenta de la presunta presencia de una niñita de similares características a las que aparecían en el rostro actualizado de Sofía y que coincidía también la edad”.
“Por normativa internacional no puedo dar datos ya que es mi deber preservar la identidad de la menor, pero puedo decir que en ese momento también llamaba la atención el dato de que esa niña había sido adoptada al poco tiempo de que Sofía había desaparecido”, agregó.
“Esta denuncia se dio en Resistencia, provincia de Chaco, motivo por el cual me puse en contacto con las autoridades del sistema judicial de Chaco y a través de la fiscalía este juzgado solicitó el allanamiento de aquella vivienda a los fines de localizar a la niña y obtener pruebas de huellas palmares y dactilares, ya que tenemos registros de esas huellitas de Sofía”.
“Se realizó ese allanamiento, se realizaron las tareas, se hizo la comparación y afortunadamente para la familia de ella y desafortunadamente para nosotros no hubo coincidencia entre ambas identidades”, explicó sobre el resultado de las actuaciones.
Según indicó el juez “las hipótesis no han variado, la única certeza que tenemos es que la niña desapareció y nos alienta a continuar la búsqueda. Si nosotros tuviéramos otro tipo de certeza lamentablemente no tendríamos una esperanza de búsqueda. Mientras sigamos con esta incertidumbre de dónde está, podemos seguir investigando”.
“En ese marco investigativo todas las hipótesis son posibles. A lo largo de todos estos años se han ido descartando hipótesis, pero no podemos hacer lo mismo con todas, entonces en el universo investigativo que nos queda por delante iremos viendo cuál de todas esas hipótesis se puede adecuar mejor a la realidad”, sumó.
“Esa realidad tiene que estar sustentada con pruebas. Nosotros no es que ante cualquier denuncia actuamos, la denuncia conlleva una investigación, una acreditación de veracidad de verosimilitud, de credibilidad, de cierta certeza y en base a eso uno actúa”.
“En el caso de Chaco imagínense que tuvimos que ordenar allanar una vivienda, tomar medidas respecto a una menor con todo lo que realmente eso conlleva realmente, invadir la intimidad, poner en el tapete la imagen de esa familia, es decir que cuando un juzgado ordena un allanamiento tiene que tener cierta certeza”, añadió.
Césari explicó que para hacer un seguimiento a una denuncia esta debe tener pruebas que la respalden: “esas certezas son las que nos imponen a nosotros no descartar ninguna hipótesis, pero tampoco abalanzarnos ante la primera hipótesis que nos aparezca”.
“Toda investigación naturalmente es secreta, a mí me gusta dejar esto en claro. No es que los jueces, como en mi caso, no quieran dar información, sino que el propio código nos impone un secreto, entonces, en la poca información que uno puede dar debe ser muy prudente”, dijo tras ser consultado sobre algunos detalles de la causa.
Sobre las decisiones respecto al avance de la investigación y dado el resultado que se obtuvo desde la nueva actualización de rostro de la niña, el nuevo juez asumió: “Estoy evaluando realizar algunas tareas y quizás reeditar algunas otras, lo que sí puedo decir que estamos evaluando confeccionar una actualización de rostro con otras características, en la convicción de que la menor, en todos estos años, puede no mantener el mismo tipo de pelo, corte y peinado”.
“Quizás Sofía hoy está más gordita, está con el pelo más corto, entonces estamos poniéndonos en contacto con los peritos idóneos a los fines de evaluar la posibilidad de hacer una actualización alternativa, no tanto para ‘publicidad’, sino para nosotros”.
“Incluso pensamos en una actualización de cuerpo entero, tenemos a la hermanita que es bastante parecida, también estuvimos hablando con la mamá por la posibilidad de que nos aporte algunas fotografías. Todo esto se hace a través de programas de computación”, afirmó.
Sobre el lugar en que fue vista Sofía Herrera por última vez Césari agregó que “no tengo previsto ninguna diligencia en el camping, no me parece que fuese productivo para hacer ninguna tarea ahí por el momento”.
El magistrado fue consultado por los protocolos a seguir en el caso de la desaparición de una persona, tras lo cual recordó que “en el caso de Sofía la investigación se inició por una denuncia de extravío. Los protocolos y procedimientos, me animo a decir que son prácticamente similares en todo el país. Cuando una persona debe ser habida de ser encontrada se convoca a todos los organismos que puedan tener injerencia”.
“No descarto ninguna tarea, no descarto ninguna hipótesis y pongo en relieve el profesionalismo de todos los funcionarios que han trabajado desde aquél entonces y hasta la semana anterior a que yo asumiera. Puedo dar fue que ellos han puesto todo lo mejor de sí para que esto llegase a buen puerto, ese puerto está lejos y espero que lleguemos en algún momento”, asumió con respecto a quienes intervinieron anteriormente en el caso.
“Por cuestiones de índole investigativa no puedo nombrar cuáles son las pruebas con las que yo cuento, tenemos registros suficientes como eventuales comparaciones ante cualquier semejanza física”.
El juez también fue interpelado por el papel de la señora Verónica Contreras, quien recientemente fue declarada inimputable: “la mal llamada vidente no fue declarada insana, la declaración de insanía es una cuestión jurídico-médico, lo que se hizo respecto a esta persona fue una declaración judicial de inimputabilidad, lo que significa que a los fines de los hechos por los cuales ha estado investigada, en base a los informes de los peritos psiquiátricos le realizaron esa persona no comprendía ese acto, lo cual no impide que si esa persona es acusada en una causa posterior no pueda ser declarada imputable”.
“La inimputablidad no es un estado permanente, es un estado que se limita a la causa a la que se solicita el análisis. Paralelamente, el juzgado, atento al informe que revela que esta persona tiene una cierta patología psicótica se ordenó un nuevo análisis para establecer si ella representaba un peligro para sí o para terceros, máxime conociendo las circunstancias en que se da todo esto y el acoso de determinado grupo de personas a la familia”, aclaró.
“El nuevo análisis que desarrolló el psiquiatra forense fue contundente en cuanto a que la señora no es peligrosa ni para sí ni para terceros, lo cual no implica que no sea molesto lo que hace, pero no es médicamente peligrosa”.
Sobre la misma línea, Césari señaló que “con independencia de eso y a los fines de dar un poco de tranquilidad a la familia, desde mi juzgado se ordenó una custodia activa y uniformada en el domicilio de la madre de la menor”.
“El resto de las personas que pudieran vincularse, asociarse, responder o actuar en consecuencia a la señora denominada ‘vidente’ no están alcanzados por esa inimputablidad y son plenamente perseguibles judicialmente, salvo que en el marco de esa persecución judicial surgiese un elemento similar al de la señora y fuesen igualmente declarados inimputables”, finalizó el magistrado, sosteniendo que aquellos que hostiguen a la familia deberán responder por sus actos.
María Fernanda Rossi