Estamos atravesando un año de intensas tormentas, en especial en la zona del Caribe, donde el promedio anual de huracanes ya ha sido superado, cuando aún restan dos meses de temporada. Las muertes se cuentan por centenares y las perdidas económicas son millonarias. ¿Qué está sucediendo? ¿Es el 2017 el año de los huracanes?
La temporada de huracanes del atlántico comienza todos los años en junio y concluye el 30 de noviembre. Durante ese periodo se suceden diversas tormentas tropicales de variada intensidad, entre las cuales es frecuente la formación de huracanes que afectan a la vida y las actividades de la región. Los huracanes suelen ser eventos dramáticos que acarrean pérdidas humanas, económicas y de infraestructura. A pesar de ser fenómenos que se repiten cada año, la fuerza de los elementos resulta practicamente imposible de resistir y las escenas de caos y destruccion se repiten cada temporada. Con el pasar de los años la intensidad y frecuencia de las tormentas parecen ir en aumento.
Este año está siendo particularmente duro. La temporada 2017 es la más intensa de los últimos diez años y ya cuenta con dos huracanes de gran intensidad tocando tierra. El primero fue Irma, que se prolongó desde el 30 de agosto hasta el 13 de septiembre. En su pico de intensidad, Irma alcanzó velocidades de 280 km/h, convirtiéndose en el huracán más fuerte del Atlántico hasta el momento. Al poco tiempo de concluido este infame evento, el 16 de septiembre, un nuevo huracán bautizado Maria tocó tierra en Puerto Rico y República Dominicana. Hasta el momento se ha cobrado 50 vidas y aún continúa activo avanzando sobre las islas del Caribe.
La cantidad e intensidad de las tormentas y huracanes de esta temporada tiene un registro por encima del promedio anual, y todo parece indicar que existe una relación directa entre estos fenómenos y el calentamiento global. “Aún es temprano para saber cuántos huracanes tendremos en 2017. Sin embargo, podemos decir que hemos tenido tempestades más intensas, superiores al promedio histórico”, explicó Shuai Wang, investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de Imperial College, en Londres, en declaraciones a la BBC. El promedio de huracanes en el atlántico es de 6,2 anuales, pero en lo que va de esta temporada ya se han registrado 7, de los cuales 4 han sido de grandes proporciones, como el caso de Irma y Maria.
Lamentablemente el incremento de las temperaturas a causa del cambio climatico parece tener un efecto potenciador sobre las tormentas. Según el meteorólogo Bob Hensen, de Weather Underground, un servicio estadounidense de pronóstico del tiempo, las altas temperaturas del océano alcanzadas este año pueden haber contribuido a la fuerzas de los ciclones. Hensen sostiene que el cambio climático ha provocado el aumento en la intensidad de huracanes en las últimas tres décadas. 2005 fue el año de más huracanes, 15 en total, incluyendo Katrina, que dejó por lo menos 1.800 muertos en Estados Unidos. “Un huracán es como un motor que necesita combustible. Lo lógico es que, con el cambio climático, el océano se torna más caliente y genera más energía para el ciclón, el cual acaba causando más estragos cuando toca tierra”, explicó Wang, quien también afirmó que “las temperaturas más altas favorecen la evaporación de agua. Un ambiente húmedo de la atmósfera conduce a lluvias más fuertes”.
Asi como presenciamos en nuestro país las consecuencias de la deforestación y del cambio climatico, manifestadas en lluvias más intensas que derivan en graves inundaciones, observamos como el mundo entero está sufriendo el impacto de los dramáticos cambios que se están sucitando en el clima de nuestro planeta. De continuar la tendencia actual, se espera que la intensidad y la frecuencia de las tormentas se incrementen en los próximos años, como así tambien otros fenómenos asociados al cambio climatico como las sequías y los incendios forestales.
En lo que va de 2017, la temporada de huracanes ha dejado un saldo total de $113.1 mil millones de dolares (el más alto del que se tenga registro) y un total de 250 victimas fatales. Y lamentablemente aún quedan dos meses de tormentas por delante.
Abel Sberna