Como si fuera una enorme nursery científicos de esta ciudad trabajan desde hace años en el estudio de larvas y juveniles de centolla, lo hacen en un aquarium acondicionado a tal fin donde generaron condiciones similares al del Canal Beagle.
Ahora lanzaron a las aguas las primeras diez mil centollas de 60 días de edad para estudiar como crecen en un ambiente natural, como parte de una investigación científica que busca mejorar la población natural de centollas en el canal.
Tal como se hace con los alevinos de trucha, que nacen en una piscicultura y se los lleva a su hábitat natural después de haber superado una etapa crítica de su ciclo de vida, el laboratorio de Biología de Crustáceos del Centro Austral de Investigaciones Científicas, CADIC de Ushuaia, que depende del CONICET está desarrollando a escala piloto el cultivo de larvas y juveniles de centolla para subsidiar la población natural del Canal Beagle.
El proyecto busca desarrollar el conocimiento y la tecnología para el cultivo de larvas de centolla para que pueda realizarse el repoblamiento del recurso en el Canal Beagle, lugar donde entre 1994 y 2013 estuvo vedada la pesca de centolla por la escasez del recurso, restricción que se levantó pero, según creen los científicos sin información suficiente sobre la recuperación de la población.