USHUAIA – Este fin de semana se presentó en el Museo Marítimo y del Presidio “1958. Los inicios del Turismo Antártico”, de Carlos Vairo y Jozef Verlinden. La historia antártica argentina es plena en contenido, valor y humanidades. Una de las historias más interesantes, en distintos aspectos, es la que rescatan aquí Vairo y Verlinden.

El libro cuenta una hecho que por varios, alrededor del mundo, intenta ser refutado: la Argentina fue el primer país que envió turistas a la Antártida. En la presentación estuvieron presentes Gustavo Lezcano, subsecretario de Gestión Antártica, el Vicepresidente de Dirección Provincial de Puertos, Néstor González y alguien que tiene mucho para contar: Carlos Cácharo, último pasajero vivo de aquel viaje.

Cada historia tiene textura, y a veces resulta difícil creer que algunas cosas, que hoy forman parte de la “normalidad”, no existían entonces; y en esa tónica, Vairo contó que para ese viaje: “El avión que trajo a los turistas era un DC4, que para traer a los 98 turistas tardaba tres días. Traía una tanda de 40/45 y se quedaban haciendo excursiones”.

Otra provincia, muy distinta a la actual, recibía a esos primeros turistas antárticos de la historia: “El Parque Nacional todavía no existía, pero iban hasta el Lago Roca (Hoy Acigami) en lo que podían. El Garibaldi estaba recién inaugurado, así que llegaban hasta ahí, también en lo que podían. Esos días los pasaban viviendo en el barco, porque no había hoteles” hasta que llegó la obra de, en palabras de Vairo, “nuestro querídisimo Gobernador Ernesto Campos”

Los integrantes de aquel viaje, además, fueron testigos de un acto por el que, quizás, se explique profundamente el porqué de este primer viaje turístico. “Cuando íbamos a la Antártida”, recordó Cácharo, “ancló el buque en la Isla Decepción. Entonces, se acerca una lancha inglesa, suben al buque y nos dan la bienvenida por estar en tierra británica. En ese mismo momento el capitán le entrega a los ingleses una nota de la Argentina, diciendo que los recibíamos a ellos en tierra argentina. Significando que realmente somos los dueños de esa parte”

Estamos hablando de una era pre Tratado Antártico, donde no había consenso absoluto respecto a las acciones que se podían y debían realizar en la Antártida

Nestor Gonzalez reflexionó respecto a aquel hecho y resaltó el “sentido de pertenencia, de soberanía” y que de aquel primer viaje al día de hoy la realidad no ha ido más que evolucionando ya que “este año ya tenemos solicitados 420 giros”, y agregó que “estamos esperando siete embarcaciones extranjeras más que van a pasar por este puerto y con destino a la Antártida. Eso es muy positivo para la provincia y para el pueblo argentino”. Y todo empezó con aquel viaje de 1958.

En relación al viaje, Carlos Cácharo, entre lágrimas, ofreció una conclusión y sus palabras explicaron el porqué, a los 93 años, le entusiasma tanto hablar de aquella experiencia: “61 años no son pocos. Lo único que pienso y agradezco es haber podido participar de ese acto de soberanía argentina. Porque nuestra presencia ahí fue para imponer la soberanía argentina sobre esa parte de la Antártida”, y él ahí estuvo.

Sobre el libro, Lezcano afirmó que “es muy importante esta edición y que se pueda conocer, no solamente en la Tierra del Fuego AIAS, si no también en todo el país y el mundo. Que el mundo se entere que Ushuaia es Puerta de Entrada a la Antártida”

Y ahí estará entonces, recorriendo manos, librerías y ciudades, contando una de las tantas historias que forman parte de la existencia de la República Argentina en el Continente Blanco.

 

Gastón Lodos

 

 

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