La iniciativa, que se enmarca en este contexto de crisis climática, presenta una alternativa para producir en el mar con impacto positivo. La primera experiencia piloto incluye al cachiyuyo.
En las costas de Chubut, y con base en Camarones, la Fundación Rewilding Argentina lleva adelante el proyecto Patagonia Azul. Dado las consecuencias y el impacto negativo que trae consigo el cambio climático, desde este espacio se encuentran ideando diversas posibilidades para revertir este contexto. Bajo esta situación, desde finales del 2020 vienen trabajando los especialistas en un proyecto que evalúa la viabilidad de desarrollar granjas marinas regenerativas, cultivando así especies de macroalgas y bivalvos nativos de la Patagonia, sembrando en el mar una disposición que imita el funcionamiento y el ciclo de nutrientes del ecosistema marino costero.
Según relataron los protagonistas, este modelo productivo proviene de la organización Greenwave, que lidera un movimiento generador de conciencia sobre los ecosistemas marinos y formador de granjeros guardianes del océano. De esta manera, esta prueba piloto está intentando generar cultivos de cachiyuyo, una especie nativa de macroalga. Tal como explican desde Fundación Rewilding, “la creación de granjas marinas regenerativas presenta una alternativa para producir en el mar con impacto positivo, a la vez que propone un nueva fuente de trabajo con sentido para los habitantes de la comunidad de Camarones”. Esta nueva posibilidad, al igual que la restauración de ecosistemas, la creación de áreas protegidas y la regeneración de especies nativas son soluciones reales a las problemáticas que enfrenta tanto el país como la región, tales como las enormes sequías, la masividad de los incendios forestales, la deforestación y la sobrepesca.
Como se mencionó, la primera experiencia piloto de cultivo de macroalgas nativas incluye al cachiyuyo, que es la principal especie formadora de bosques submarinos del mundo. De cara al futuro, se buscará probar el cultivo de lechuga de mar y pelillo. “Hoy el primer semillero de algas se encuentra en funcionamiento y se espera montar una granja piloto para evaluar la etapa de crecimiento en el mar. La posibilidad de presentar una alternativa que permita producir en el mar sin generar un impacto negativo puede convertirse en una salida laboral para muchos habitantes de la comunidad de Camarones”, remarcaron desde el proyecto. Por otra parte, algo no menor es que todos estos avances permiten lógicamente seguir conociendo aún más el funcionamiento del ecosistema de bosques de macroalgas.
Fuente: Diario Hoy