La iniciativa, cofinanciada por la provincia y el Conicet, apunta a “diversificar la matriz productiva” local a partir del trabajo de 35 becarios. Un ejemplo es “Valle Gondwana”,  que desarrolla lo que se conoce como “la ruta de los dinosaurios”.

La provincia del Chubut y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) cofinancian el trabajo de 35 becarios que desarrollan proyectos que buscan “diversificar la matriz productiva de nuestra provincia”, explicó el secretario de ciencia y técnica chubutense, Mauro Carrasco.

Carrasco señaló a Télam que “el eje está en seguir un trayecto de investigación para mejorar nuestra matriz productiva, pero no sólo eso: también acompañamos proyectos de sentido social cofinanciando a becarios junto con el Conicet”.

El funcionario destacó que, en valor agregado para la provincia, con este programa queda la inyección productiva y el financiamiento de lineamientos tecnológicos como prioridades, uno de los cuales es el turismo científico.

El secretario de Ciencia y Técnica del Chubut se mostró satisfecho con el rendimiento del sistema de becas y resaltó que “el 98% de los participantes se doctoraron o posdoctoraron, un número por demás elocuente”.

También informó que la inversión en este programa de becas lo comparten en partes iguales la provincia y el Conicet.

“El valor lo fija el Conicet por convenio, y cofinancian ambas partes; desde 2009 y hasta el año pasado Chubut era la única provincia en otorgar estas becas”, agregó.

Para el otorgamiento de las mismas se abren a concurso, y si los temas resultan de interés provincial, el Conicet evalúa el desarrollo a seguir; las temáticas las fija la provincia y el organismo nacional hace lo propio con los montos otorgados.

El funcionario provincial puso como ejemplo el proyecto que desarrolla el “turismo científico” con la idea de “enlazar lo que es la actividad turística como fuente de aporte económico con el interés que nuestra región despierta por la curiosidad científica”.

Y citó el proyecto “Valle Gondwana” que desarrolla lo que se conoce como “la ruta de los dinosaurios” poniendo en valor un recorrido que muestra el lugar donde habitaban los gigantes de la paleontología, la diversidad de esos ecosistemas y las formas de vida.

El “valle de Gondwana” pone en valor la traza de la ruta provincial 12, que acompaña el recorrido del río Chubut en el tramo que va desde Los Altares a Gualjaina, y ofrece una perspectiva turística distinta a los destinos tradicionales, siguiendo ese camino de ripio.

Sobre el proyecto del “Valle Gondwana” se publicó un libro con la intención de que “sea un material turístico y didáctico para ser utilizado en diversos ámbitos de consulta, pero particularmente para que motive a las personas a aventurarse en esta región y conocer sus fósiles y rocas”, agregó.

Algunas de las iniciativas

Entre otros proyectos científicos aprobados, el becario Miguel Ángel Adami, de Puerto Madryn, evalúa los indicadores de salud en poblaciones de Gaviota Cocinera (Larus dominicanus) que se alimentan en basurales y rellenos sanitarios urbanos.

A su vez, Lorena Álvarez, también de Puerto Madryn, abordó el “ordenamiento territorial y la diversificación productiva para el desarrollo y fomento de la maricultura en el litoral costero norte de la Provincia de Chubut”.

Federico Gabriel Abbondio, en tanto, avanzó sobre el turismo científico en Chubut como modelo de desarrollo regional innovador y alternativa de abordaje y conexión territorial.

Otra madrynense, Paula Ibarrola, tomó la temática de “las comunidades pescadoras artesanales de Península Valdés y su relación con el Estado y los estancieros entre 1970 y 2020, analizados desde una perspectiva de género”.

Lucila Bertotti, de Esquel, está becada para su trabajo sobre “Manejo sustentable de la producción de frutos nativos patagónicos, mejora y desarrollo del cultivo regional de calafate (Berberis microphylla G. Forst.) y maqui (Aristotelia chilensis)”.

Y la licenciada Brenda Anahí Sede Lucena trabaja con la temática de los “nutracéuticos a base de calafate y bacterias lácticas con capacidad antioxidante”.

Carrasco comentó a Télam que el “calafate” es una fruta nativa de Chubut, considerada como un “superalimento” debido a que es la mayor “fuente de antioxidantes” del planeta: “la tenemos sin necesidad de traer arándanos del NOA y otras regiones del país”, precisó.

En este contexto, en los últimos días se realizó en el Ecocentro Pampa Azul, de Puerto Madryn, un encuentro de los becarios “no solo para evaluar la marcha de sus proyectos sino también para que los chicos se conozcan e interactúen”, explicó Carrasco.

La mayoría de los becarios son de Puerto Madryn, la ciudad cabecera de la comarca Península Valdés, y desarrollan sus actividades en dicha ciudad, Esquel, Comodoro Rivadavia, Lago Puelo y Trelew.

En el acto de apertura participaron la subsecretaria de Federalización de la Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) e integrante del Directorio del Conicet, Luz Lardone; el también integrante del Directorio del Conicet, Alberto Baruj; el secretario provincial Carrasco; el vicegobernador de la Provincia, Ricardo Sastre y el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre.

En la ocasión, Lardone explicó que están acompañando “este encuentro para poner a disposición el conocimiento que se produce y se gestiona desde los territorios, en este caso con la agenda definida por el Gobierno de Chubut. Queremos apoyar a los becarios y becarias del Conicet y darle densidad al federalismo, que las provincias puedan tomar sus decisiones con temáticas de la región”.

Por su parte, Alberto Baruj recordó que el Conicet entrega unas 1.600 becas por año, entre las cuales las cofinanciadas, cuya ventaja radica en que permite articular con las distintas provincias para focalizar en las necesidades de cada uno de los lugares.

Además, destacó la intervención de los Centros Científico Tecnológicos en general y del Cenpat en particular: “Son actores fundamentales porque son el Conicet en el territorio. Cuando uno mira las estadísticas realmente brilla el nivel de transferencia de tecnología, de formación de recursos humanos, la variedad y la intensidad con la que se hace investigación y desarrollo tecnológico, que van desde las cosas más básicas hasta la creación de empresas de base tecnológica”.

Finalmente, el director del CCT Conicet Cenpat, Rolando González-José, destacó el hecho de que la institución alberga a la gran mayoría de los becarios y becarias cofinanciados de la provincia del Chubut: “Para nosotros es un orgullo y una responsabilidad enorme trabajar para que esos becarias y becarios y cofinanciados tengan a su alcance equipamiento de alto nivel, recursos logísticos y un entorno institucional apropiado para el desarrollo de una tesis doctoral de calidad y de impacto”.

Fuente: Agencia Télam

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