El glaciar Thwaites ubicado al sudoeste de la Antártida, en el mar de Admunsen, amenaza con derretirse por completo en el transcurso de los próximos 150 años. Un estudio estima que este derretimiento podría incrementar el nivel del mar en casi un metro, cambiando por completo las costas del mundo.
El calentamiento climático tiene efectos devastadores para los glaciares de todo el mundo y el continente antártico no es la excepción. Los científicos observan con atención la situación de los hielos de la Antártida ya que su derretimiento acarrea consecuencias significativas para los mares del mundo. Al sudoeste del continente, en el mar de Admunsen, se encuentra el glaciar Thwaites, una enorme masa de hielo inestable que según las estimaciones podría colapsar completamente en los próximos 150. Así lo indica una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, según la cual el glaciar Thwaites sufre un acusado proceso de inestabilidad, por lo que es susceptible de verse sometido a una rápida e irreversible retirada.
El problema tiene su origen en la línea de conexión del glaciar con el fondo marino, la cual se encuentra en retroceso provocando una seria inestabilidad para la masa de hielo. Según el informe esto podría provocar que el glaciar expulsara hielo hacia el mar con una velocidad superior a la prevista inicialmente. Si esta situación se materializara, el glaciar Thwaites podría perder todo su hielo en un período de 150 años. El glaciar está unido a una zona de roca por debajo del nivel del mar y esta estructura rocosa tiene una forma de pendiente inversa, lo que explica la enorme inestabilidad de la plataforma de hielo marino.
En una entrevista publicada en el diario español La Vanguardia, el director del estudio y profesor asistente en la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de Georgia Tech, Alex Robel, explicó que “El glaciar tiene suficiente hielo para contribuir en casi un metro al ascenso del nivel mundial del mar si se retirase y se derritiese por completo. La posibilidad de que este fenómeno pueda elevar el nivel del mar comporta un peligro para quienes viven en zonas costeras de todo el mundo”.
Los estudios realizados hasta el momento indican que el colapso del glaciar podría darse en un periodo de entre 200 y 1000 años, pero debido a la influencia del calentamiento global ese escenario podría acelerarse y acotarse considerablemente. Las simulaciones realizadas en el estudio sugirieron que la extensa pérdida de hielo podría comenzar en 600 años, aunque los investigadores destacaron que podría ocurrir antes en función del calentamiento mundial de los océanos y de la inestabilidad de la roca base.
Este deshielo “podría suceder en los próximos 200, según la topografía rocosa que haya debajo del hielo, pero todavía no sabemos con detalle cómo es”, declaro Helene Seroussi, científica del laboratorio de propulsión de la NASA y también colaboradora del análisis, al diario The Guardian.
La situación de los hielos antárticos es alarmante. El riesgo de colapso del Thwaites es solo un caso más dentro de muchos que ejemplifica el impacto del cambio climático. En los últimos seis años, la tasa de pérdida de hielo de cinco glaciares estudiados de este continente se ha duplicado y es cinco veces más rápida que en 1990. Otros estudios indican que la extensión del hielo marino alrededor del continente había sufrido una caída precipitada desde el 2014. En este contexto queda en evidencia la importancia y la necesidad de profundizar las políticas internacionales para la mitigación del cambio climático global.
Abel Sberna