Más de 80 personas participaron en la tercera edición del encuentro de senderismo, explorando los senderos del Cañadón Pinturas y conectando con un entorno natural cargado de historia y biodiversidad.

El tercer encuentro de senderismo en Parque Patagonia fue una celebración de la naturaleza y de la determinación de quienes aman caminar por estos parajes.

Rocío Navarro, coordinadora del Programa de Comunidades de Parque Patagonia, describe que “el objetivo principal fue inaugurar la temporada de verano en el Parque Patagonia y reunir a personas apasionadas por el senderismo y el contacto con la naturaleza”.

Rocío cuenta que a pesar de los pronósticos de fuertes vientos, el sábado fue un día lleno de sol radiante de viento moderado y “fue emocionante ver cómo el clima no desanimó a los senderistas, quienes pudieron disfrutar de recorridos espectaculares, como el Sendero La vertiente, la Guanaca, Balcones y Cañadón Pinturas”.

Más de 80 participantes se reunieron para recorrer algunos de los senderos más icónicos del parque. “Tuvimos 150 inscriptos y, a pesar de que el día anterior al evento soplaron vientos de más de 100 km/h, más de 80 personas se presentaron con entusiasmo”, comenta Rocío.

Este espíritu se vio reflejado en el segundo día, cuando, en lugar de rendirse ante el pronóstico, las actividades se desarrollaron por el sendero el Cañadón del Río Pinturas, que al estar más protegido del viento por los grandes paredones del cañadón de hasta 300 metros de altura, la jornada resultó una experiencia memorable para los senderistas que llegaron hasta el Puesto de Piedra cerca de la confluencia del Cañadón Caracoles, donde protegidos por los árboles y a orillas del rio Pinturas realizaron el picnic y compartieron cuentos y experiencias de los días compartidos.

Para Marisa, una de las guías locales que acompañó a los senderistas, cada recorrido fue una oportunidad para conectar a los visitantes con la historia viva de la región.

“El Parque Patagonia es una región mística y fascinante, caminamos por senderos y áreas que 10.000 años atrás fueron habitados y recorridos por pueblos originarios, quienes convivían con la misma flora y fauna que hoy vemos en el lugar” relata.

Recorrer estos senderos con guías locales, asegura una experiencia completa, a cada paso, los participantes pueden vincularse con el pasado, observar los paisajes con mucha más información, interactuar a través de preguntas, fotografías y observaciones: una real experiencia educativa donde los guías compartieron toda la información que garantizó un vínculo profundo de los visitantes con el ambiente.

“La gran mayoría de los participantes son personas que realizan senderismo en sus regiones. Lo mágico de estos encuentros es cómo los participantes interactúan y se maravillan con nuestra zona, dimensionando la importancia de la conservación” dice Marisa.

El evento dejó una huella que Rocío y Marisa consideran inspiradora. “Este año reafirmamos la importancia de estar preparados para adaptarnos al clima, priorizando la seguridad de todos. Además, vimos que el espíritu aventurero y la pasión por la naturaleza son más fuertes que cualquier adversidad” reflexiona Rocío.

Por su parte, Marisa subraya cómo el intercambio con los participantes generó un sentido de comunidad y pertenencia: “Se van muy contentos, nos dejan sus contactos y piden los nuestros para volver. Realmente los guías y participantes notamos la magia de encontrarnos en este lugar”.

Con esta nueva edición, Parque Patagonia se consolida como el punto de encuentro para quienes, desean sumergirse en la naturaleza, entender su valor, disfrutar y, al mismo tiempo, comprometerse con su protección.

Fuente: El Rompehielos

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