El Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren notificó la suspensión del “Acuerdo para la Transición de Precios Internacionales de los Combustibles”, lo que implica el fin de la regulación del precio de los combustibles en nuestro país después de 16 años de intervención directa.

El pasado 22 de septiembre la cartera energética cumplió con lo establecido en el punto 9 del “Acuerdo Para la Transición de Precios Internacionales de los Combustibles” que establecía valores máximos de referencia internacionales para sostener la intervención en los precios de los combustibles en nuestro país.

El punto en cuestión establecía que si el precio promedio internacional del barril de petróleo crudo Brent, superaba durante más de 10 días consecutivos el valor de referencia previsto para el petróleo crudo local tipo Medanito (esto es 54 dólares por barril), entonces quedarían suspendidos los compromisos del Acuerdo. Esto sucedió de hecho el pasado 13 de septiembre por lo que los efectos de la suspensión se ponían en marcha a partir del mes de octubre.

Lo recuerda además Marcelo Hirschfeldt, Ingeniero en Petróleo, graduado en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) en contacto con EL ROMPEHIELOS: “No es un motivo caprichoso, el año pasado se firmó un acuerdo que se llamó ‘para la transición a precios internacionales de la Industria Hidrocarburífera Argentina’ -ese era el título formal- que eran 10 puntos que los firmaron el gobierno con las empresas que producen y comercializan combustible” que vence en diciembre de este año.

El acuerdo tenía precios de referencia por mes; por ejemplo, de junio a diciembre 2017 se había propuesto un precio base de 55 dólares por barril para el caso de Medanito y 47 dólares para el Escalante y se sostenía que si el precio internacional (el Brent) superaba ese precio durante 10 días se caía el acuerdo. “Esto va a suceder en el mes de octubre. Si en el caso del mes de octubre bajara el precio del petróleo por debajo de estos valores de referencia que están en este acuerdo, se volvería a la no liberación” aclara Hirschfeldt, aunque en definitiva “este acuerdo se cae, por lo que en el corto plazo no deberían haber cambios. No es que el gobierno decidió hoy hacer esa liberación de precios” insiste.

¿Qué implica en la práctica la desregulación del precio del combustible en nuestro país? El contador Jorge Gil, ex miembro del directorio de YPF por la provincia del Chubut, contó en la FM Cien Punto Uno de Comodoro Rivadavia que al análisis “hay que enmarcarlo en un esquema de cómo se van a conformar los precios energéticos de futuro” sin desatender que “en la matriz ideológica del gobierno nacional prima la idea de que el mercado es un buen asignador de recursos y de precios”.

Gil advierte que el punto a tener en cuenta en Argentina son los oligopolios. “Son mercados que por su característica estructural son mercados oligopólicos que parten con una base elevada de precios y que al controlar la oferta en la producción integral, hay una integración vertical del proceso de producción; esto implica que la tendencia va a ser de aumentos sistemáticos en los precios energéticos en general y en particular en los combustibles”.

Para el también ex rector de la UNPSJB, en el fin de la regulación de los precios desde el punto de vista del consumidor, si bien hay una condición que no varía, “el consumidor está inerme. Antes estaba inerme frente a la regulación y ahora está inerme frente al mercado” ejemplifica Gil; “la diferencia es que la regulación tiene un componente político que hace que se maneje con ciertas expectativas distintas a la maximización de ganancias que plantean los productores. Desde el punto de vista del consumidor la perspectiva es de perjuicios y de cargas adicionales al consumidor”.

Estado ¿invisible?

El Estado se libera de cualquier tipo de subsidio o apoyo directo o indirecto a la producción o al consumo, como es en nuestro caso la liberación de impuestos que disminuía el costo efectivo en surtidor de los combustibles” advierte Gil y sintetiza diciendo que “para el Estado es un buen negocio porque evita los subsidios. Desparrama el mayor costo entre múltiples consumidores que somos los que utilizamos el combustible”.

Hirschfeldt opina en cambio que “si no hay intervención del gobierno los mercados se tienden a estabilizar y de última nos tendremos que adaptar al mercado Internacional”. El ingeniero en petróleo plantea un escenario homogéneo donde “va a haber empresas a las que quizás les convenga vender al mercado externo o al mercado interno. Quizás haya empresas que compren petróleo en el exterior” pero califica como algo sano la falta de intervención estatal en los precios “lo cual permitiría, en el mediano o largo plazo, que se haya un equilibrio, sea cuales sean esos precios”.

Pero el negocio principal es para los productores, según el planteo de Gil: “Porque son poquitos, hablan por teléfono y deciden los incrementos por teléfono. O las restricciones de costos también. En esta pequeña charla me la quiero suponer diciendo ‘¡Muchachos! no aumentemos demasiado de golpe porque vamos a dejar a nuestro socio ideológico que es el Gobierno muy expuesto. Por lo tanto, no aumentemos demasiado en esta primera instancia y vayamos viendo cómo vamos acomodando en el tiempo”.

El contador opina que los aumentos se van a dar pivoteando entre “un tipo de nafta y no en otros, en tal compañía va a aumentar en enero y otra en febrero. Una va a disminuir levemente y va a anunciar por los diarios que está haciendo un esfuerzo tremendo en pro del bienestar del país. En fin, aparece toda esa parafernalia mediática que seguramente la vamos a ver en estos meses alrededor de este tema”.

Con una lectura diferente, pero con un resultado similar, lo que Hirshcfeldt opina es que “en el corto plazo no creo que haya modificaciones porque así está planteado y de hecho se habla de que ninguna empresa se va a largar a subir el precio del combustible. Pero en el mediano y largo plazo, sin dudas que van a haber modificaciones y a lo sumo que se van a modificar, y el mercado se tendrá que regular entre las ofertas de petróleo que hagan las operadoras y las demandas que tengan las refinadoras”, concluye Hirschfeldt.

Volver al mundo de los precios internacionales

Los precios de referencia son precios macro económicos -explica nuevamente Jorge Gil-. Es para el análisis del sistema en su conjunto. Después en la operatoria específica, cada uno de los proveedores de combustible fija sus propios costos”. Y en esto entra en juego el esquema de composición de las compañías que hoy tiene el control de combustible en Argentina. “Algunos están integrados verticalmente y manejan toda la cadena como el caso de YPF, desde la extracción hasta la puesta en el surtidor” dice Gil a modo de ejemplo, y remarca que “el tema es que las concesionarias de distribución y las estaciones de servicio van a seguir quedando presas y determinadas por el precio de producción”. El precio pasa a ser regulado por un puñado de productores que en muchos casos tienen además el control de los distribuidores, “y ahí está la ganancia sistémica en este tipo de empresas, no en la estación de servicio. La estación va a tener muy poca posibilidad”, concluye Gil.

El contador con conocimiento en el ámbito petrolero explica además que “el sistema apunta a un esquema carterizado, un esquema que va a desparramar los precios a través de las Estaciones de Servicio, que van a tener un pequeñísimo margen de maniobra. Muy marginal, no va a tener demasiada incidencia, pero que el resto de las utilidades del sistema van a estar capitalizadas por los productores y el Estado se va a liberar de ser el responsable social de un precio básico que es un insumo energético que es el de los combustibles, lubricantes y demás”.

Ante la consulta por parte de EL ROMPEHIELOS, el gerente de Auto Sur -dueña de las estaciones de servicio de YPF-, Carlos Mann recordó que “los precios los pone YPF. En Axion, puede ser porque ponen sus precios, nosotros cobramos una comisión”. El empresario local coincide de alguna forma con esta lectura que hace Gil de la situación y menciona que las estaciones de servicio de las ciudades venden “a nombre de YPF” y que son ellos quienes determinan el precio. “Axion pone su precio, para ellos es diferente, Nogar (Alejandro, dueño de la estación Axion en Río Grande) elije su precio, si se libera lo podrá tener como antes más caro”.

Mann descree que el incremento sea exponencial como se podría pensar. “Axion les pedirá a sus estaciones que compitan, es lo que a echo Bulgheroni en todos sus negocios. A nivel nacional, Shell seguro que será el más alto, ellos apuntan a ser exclusivos”, concluye también en dirección a lo que plantea desde Ushuaia Daniel Padín, dueño De Ushuaia Servicios.

Según recoge el portal web Crítica Sur, Padín remarca que “los precios están vigentes por la petrolera, no hay forma de que un estacionero que tenga bandera de YPF, Shell o la que fuese pongan cada una su precio. El costo puede variar un poco según el lugar por costo de fletes o distintos impuestos, pero básicamente el sistema está manejado desde Buenos Aires y ni siquiera te avisan. Cuando el surtidor se tolda 30 segundos es que se viene el cambio”.

Por último y no menor dato para la fórmula del precio de combustibles, es necesario recordar que el costo impositivo también es una variable a tener en cuenta. Ante la consulta de si pueden llegar a bajar en algún momento los precios de los combustibles, en referencia al precio internacional del crudo -recordando que en otro momento con la regulación vigente ante la baja del crudo los precios en el país seguían aumentando-, Marcelo Hirschfeldt dijo que “si comparás, en Argentina los combustibles tienen una carga impositiva que anda entre el 38 y el 47%, y en otros países como en Estados Unidos el 12%. Ese componente impositivo hace que los valores, si bien dependen de los valores del WTI o el que uses, la carga impositiva hace que ya tengas un costo fijo bastante importante. No se hace tan sensible a la variación del precio del petróleo”.

 

Pablo Riffo

Deja tu comentario