Para ayudar a proteger la fauna, cinco grandes compañías de pesca de krill acordaron detener sus operaciones en amplios sectores de la Antártida.
El krill es una especie de pequeño camarón, y el alimento básico de ballenas y pingüinos, entre otros animales.  El crustáceo se emplea sobre todo en la industria de la acuicultura, pero la combinación del cambio climático y la pesca a gran escala golpearon a las poblaciones de este crustáceo.
Por esto, las cinco empresas que componen la Asociación para la Recolección Responsable del Krill procedentes de Chile, Noruega, Corea del Sur y China acordaron dejar de pescar en zonas costeras sensibles.
Nuestros miembros acordaron que la industria debe desarrollarse de forma sustentable para garantizar la viabilidad a largo plazo de las existencias de kril y de los predadores que dependen de él”, explicaron desde la asociación.
Avanzamos con una iniciativa pionera, aplicando zonas de restricción voluntaria para le pesca del kril en la península Antártica”, finalizó.
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