Lo confirmó el gobierno Australiano. El Melomys rubicola, el único mamífero endémico de la Gran Barrera de Coral ha sido declarado extinto. Se trata del primer mamífero en desaparecer a causa del calentamiento global.
Desde el año 2009 nadie sabía nada de este pequeño animalito. Habitante de un cayo en el archipiélago del Estrecho de Torres, en aguas australiana, el Melomys rubicola era una especie endémica, es decir, solo se la podía encontrar en ese lugar, y desde hace 10 años no se ha avistado ningún ejemplar con vida.
Es por ello que fue declarado extinto por “recomendación del independiente Comité Científico de Especies Amenazadas, tras estudios exhaustivos en todos los hábitats conocidos y sin que quede una duda razonable sobre la muerte del último ejemplar”, según declararon representante del Ministerio del Medio Ambiente de Australia. La causa de su desaparición es el impacto que ha tenido el cambio climático sobre su hábitat.
Sabemos que las alteraciones provocadas por el calentamiento global ponen en peligro la supervivencia de miles de especies animales y vegetales, pero ante el hecho consumado de la extinción de un mamífero, el peligro se hace más tangible. Hoy podemos afirmar que las acciones de los seres humanos impactan sobre el clima y son causales de la extinción de por lo menos una especie de mamífero. Los estudios indican que la subida del nivel del mar, el aumento de las tormentas y la erosión han sido los principales responsables de la muerte de todos los ejemplares de este pequeño roedor australiano.
“La evidencia indicaba que impacto del cambio climático antropogénico en el nivel del mar, junto con una mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos que produjeron tormentas y niveles de agua extremadamente altos, particularmente entre 2004 y 2014, fueron los responsables más probables de su extinción”, declaró la ministra del Ambiente de Australia, Melissa Price.
Este roedor, cuya existencia era conocida desde el año 1845 habitaba el cayo Bramble, un pequeña formación de 40000 metros cuadrados que se eleva 3 metros sobre el nivel del mar y cumple una importante función ya que es un importante lugar de procreación para las tortugas verdes y varias aves marinas, al mismo tiempo tiene un gran valor cultural para los pueblos originarios que habitan la región.
El Gobierno australiano era consciente del peligro que se cernía sobre el Melomys rubicola. En el año 2009 se publicó un programa nacional para la recuperación de la especie, pero la medida llegó demasiado tarde, ya que los efectos del calentamiento global se están desenvolviendo más rápido que las estimaciones de los científicos.
El caso es paradigmático, ya que Australia se encuentra entre los países que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera, por lo que el hecho de registrarse en su territorio la primer extinción de un mamífero a causa del cambio climático no ha sido pasado por alto por organizaciones ambientalistas como World Wildlife Found, cuya representante en Australia, Rachel Lowry expresó que esto debe ser “una llamada de atención para países como Australia”, que tiene “la mayor tasa de extinción de mamíferos en el mundo” y en un planeta en que “somos testigos de la primera ola de animales extintos por el cambio climático inducido por los humanos”.
“Al firmar el Acuerdo de París, Australia se comprometió a reducir las emisiones de gases contaminantes en 2030 a por lo menos un 26 por ciento respecto a los niveles de 2005. Sin embargo el último informe demuestra que Australia solo lo hará en un 7 por ciento en ese período”, recalcó Lowry.
Abel Sberna