El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático publicó un alarmante informe en el cual se detallan las consecuencias irreversibles de no cumplir con la meta de un aumento máximo de 1,5 grados.
Los efectos del cambio climático son cada día más evidente. Las noticias sobre olas de calor, sequias o inundaciones son frecuentes en los medios de comunicación alrededor del mundo. Diferentes entidades gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, especialistas y gente de ciencia celebran constantemente reuniones donde pautan planes de acción y estrategias para paliar las consecuencias cada vez más profundas del calentamiento global.
Sin embargo, el pasado lunes 8 de octubre, El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) compuesto por destacadas figuras de la ciencia, publicó un comunicado en el cual informan que si bien aún es posible alcanzar la meta de un aumento máximo de 1,5 grados, serán necesarias medidas urgentes, drásticas y sin precedentes. “Limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius exigirá cambios rápidos, de amplio alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad“, indicó el IPCC al término de una conferencia de varios días en la ciudad surcoreana de Incheon.
Según expertos del IPCC estos cambios involucran a los sectores energético, industrial, de vivienda, transporte, en las ciudades y en el campo. “Una de las principales observaciones del informe es que ya se ven los efectos de un aumento de un grado en la temperatura, por ejemplo en la meteorología extrema, el aumento del nivel del mar y el deshielo en el Ártico“, afirmó el copresidente de un grupo de trabajo del IPCC, Panmao Zhai. De superarse el aumento de 1,5 grados, las proyecciones plantean un escenario catastrófico para la vida sobre la Tierra. Con un aumento de 2 grados los niveles del mar subirían unos 10 centímetros para finales de nuestro siglo. Con este incremento alrededor de 10 millones de personas se verían expuestas a los riesgos de la salinización de los suelos de cultivo o las inundaciones por tormentas en las zonas costeras. Tal incremento de temperatura también podría significar la completa extinción de los arrecifes de coral o veranos con un Ártico completamente libre de hielos.
“Cada pequeño aumento de la temperatura influye“, afirma en el comunicado Hans-Otto Poertner, del IPCC, que alerta de “cambios duraderos o irreversibles” en caso de que se llegue al aumento de dos grados. “El informe especial envía una clara señal al sector político: hay que actuar ahora, ya casi es tarde“, comentó Niklas Höhne, de la Universidad de Wageningen en Holanda. “Muchos políticos no tienen claro a lo que se comprometieron al firmar en 2015 en París la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados“.
Según lo planteado en el informe, para evitar este escenario es necesario que se tomen medidas drásticas para disminuir las emisiones de dióxido de carbono en un 45% antes del 2030 y que para el año 2050 los niveles sean de cero. La situación de EEUU preocupa a la comunidad científica ya que se trata de uno de los países con mayores emisiones y se ha retirado de los Acuerdos de París. Es por ello que la presión recae ahora sobre la Unión Europea a la que se le exige que incremente sus esfuerzos. “Todos los ojos están sobre los ministros de Medio Ambiente de la UE, que deben actuar ante las advertencias del IPCC y comprometerse a subir significativamente el objetivo de la UE para 2030 más allá del 45 por ciento de dióxido de carbono” explicó Wendel Trio, de Climate Action Network.
El reloj corre. En diciembre se celebrará en Polonia la Conferencia Mundial sobre el Clima. Los ojos del mundo se posaran sobre las decisiones que allí se tomen en relación a los datos aportados por el informe del IPCC.
Abel Sberna