El juez federal Julián Ercolini ordenó en la tarde de este martes el procesamiento de Diego Lagomarsino, al considerarlo “penalmente responsable del delito de homicidio simple agravado por el uso de armas de fuego” en calidad de “partícipe necesario”, en el marco de la investigación por la muerte de Alberto Nisman.
En su fallo, el magistrado también trabó un embargo de 15 millones de pesos sobre el técnico informático.
Horas antes Lagomarsino aseguró que tiene “terror” de quedar preso y se quejó de que el ex fiscal le “cagó la vida”. Y amplió: “No tengo miedo, tengo terror a que se cometa una injusticia”. En declaraciones al canal América, sostuvo que el fallecido fiscal lo metió “en un quilombo”. Y sostuvo: “Mi vida hoy está muy restringida por mí mismo. Más allá de la tobillera, no me gusta exponerme”.
Lagomarsino insistió en que le entregó un arma a Nisman por pedido del propio fiscal, que estaba preocupado por la seguridad de sus hijas, y dijo que para probar eso “están los llamados de Alberto” pidiéndole “el arma”. También reiteró que la ex esposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, “miente” y subrayó: “Dijo que el tiro era atrás de la nuca y que la computadora es un colador, y la computadora de Nisman no era un colador”.
En tanto, en declaraciones a radio Delta, aseguró que si va a la cárcel se terminará “de romper”, porque “no hay nada peor que un inocente preso”. Arrepentido. “Alberto Nisman me cagó la vida”, se quejó Lagomarsino, que se mostró arrepentido “del quilombo en el que” se metió “por darle el arma” al ex fiscal. “Soy el único que existe en esta causa, por eso las fichas están puestas sobre mí. No creo que haya alguien que me quiera preso”, indicó el informático, que afirmó que no sabe si apelará su eventual procesamiento A la vez, aseguró que “nadie” del gobierno de Mauricio Macri ni del de Cristina Kirchner lo “contactó”.