El 20 de julio de 1923, hace 96 años, tras el asesinato de Pancho Villa, alguien pone mucho dinero para quedarse con un macabro recuerdo.

El 20 de julio de 1923, es asesinado en una emboscada el revolucionario mexicano Pancho Villa cuando se dirigía a una fiesta familiar en Parral, Chiguagua. Su cadáver fue decapitado. William Randolph Hearst, el rey de la prensa estadounidense, desembolsó cinco mil dólares para llevarse como trofeo la cabeza de Villa. Este morboso personaje era conocido por su estilo informativo sensacionalista al servicio de sus propias ambiciones políticas.

Al fracasar en sus intentos de ser elegido gobernador del estado de Nueva York (1907) y alcalde de la ciudad homónima (1905 y 1909), Hearst se retiró a su fantástica mansión desde donde dirigió durante años su imperio periodístico (a mediados de los treinta, llegó a ser propietario de 28 diarios y 18 revistas). El personaje principal de la película el Ciudadano Kane de Orson Welles está inspirado en él.

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