Para muchos, el día a día tapa al mundo detrás del mundo. Ese mundo, el que está detrás, el que no vemos; está compuesto por aquellos lugares que no se mueven con las bocinas de los autos, no son iluminados con las luces de la ciudad, ni musicalizados con los ringtones; lugares que forman parte del planeta, pero no del que estamos acostumbrados. Lugares como el Parque Patagonia.
Este territorio de Santa Cruz tiene la posibilidad de realizar su Circuito, habitado por cañadones, cuevas, mesetas, lagos, huellas invaluables de la historia del planeta y un cielo inabarcable que oficia de marco para el avistaje de cóndores, guanacos, pumas y choiques, entre otras especies.

Puma en Parque Patagonia (Hernán Povedano)
El Circuito Parque Patagonia cuenta con dos portales desde los que se pueden iniciar distintas aventuras: la Ascensión y Cañadón Pinturas; cada uno con sus características propias.
El primero de ellos, La Ascención, se encuentra sobre la ruta 43. Desde ahí, uno de los senderos de trekking se dirige al lago Buenos Aires, mientras que otros apuntan hacia el Cerro Negro, el Sendero de la Luna o el de La Meseta y, si bien cada experiencia tiene sus atractivos, el circuito más sencillo es el que lleva hasta el lago, a 1.500 metros del casco de la estancia, por un camino enmarcado por sauces y álamos que demanda unos 45 minutos de caminata; donde, además, hay sectores destinados a fogones y áreas de acampe bien delimitadas.
El autoconocimiento y la responsabilidad son piezas fundamentales en una experiencia de excursión pero, además, los diferentes senderos tienen definido el nivel de exigencia: el más desafiante es el de la Meseta, que puede llevar más de ocho horas de caminata y requiere de experiencia para poder encararlo. De todos modos, hay muchas variantes de recorridos intermedios que con las indicaciones precisas de los guías pueden encararse, incluso a caballo o con bicicletas que se pueden alquilar en el lugar. Para los amantes de la buena comida, a través de Facebook se puede contactar a los emprendedores del Portal, Miriam y Ulisies, para conocer en detalle todos los servicios y despejar dudas antes de viajar.
El Portal La Ascención también está enmarcado por dos ciudades importantes en términos de recepción turística: Perito Moreno y Los Antiguos, que cuentan con la infraestructura necesaria para quienes opten por hacer base en ellas.
En relación a La Ascención, la secretaria de Turismo de Santa Cruz, Valeria Pelliza, explicó: “En este lugar se puede avistar el macá tobiano, un ave endémica de la región, y también disfrutar de la belleza del antiguo puesto El Cisne, que ahora es un refugio con un marco natural privilegiado”.
Hacia el otro Portal, Cañadón Pinturas, también se puede acceder desde ambas ciudades. Desde Perito Moreno hay que bajar por la ruta 40 hacia el sur, donde además se encuentra el museo de arqueología Carlos Gradín, en el que se presentan detalles de la vida de los primeros pobladores de la zona.

Cañadón Pinturas (Florian Von Der Fetch)
Al igual que Perito Moreno, Los Antiguos también cuenta con un valor agregado: la “Ruta Escénica”; que llega hasta Lago Posadas y que se configura como una experiencia en sí misma; y que cuenta con la posibilidad de acceder a una audioguía del camino (www.santacruzpatagonia.gob.ar), con referencias históricas e intervenciones de artistas musicales santacruceños.
El Portal Cañadón Pinturas fue la zona donde se instalaron los primeros habitantes cazadores y recolectores de la Patagonia, cuyo paso por la historia aún puede atestiguarse en la Cueva de las Manos, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Para ir al Parque Provincial Cueva de las Manos, que tiene visitas guiadas a cada hora, se puede bajar desde el portal por un sendero que atraviesa el Cañadón Pinturas o acceder en auto por la ruta 40.

Parque Patagonia – Cañadón Pinturas, Cueva de las Manos (Christian Emmer)
En Cañadón Pinturas, recorriendo los senderos autoguíados, existe la posibilidad de llevar adelante la experiencia del avistamiento de fauna. El puma, el Chinchillón Anaranjado, el Guanaco, el Cóndor Andino y, entre otras especies, el Choique; son aquellos habitantes del mundo detrás del mundo que se dejan ver.
Como alternativa, para dormir en el lugar, está la recientemente inaugurada Posta de los Toldos, un refugio que cuenta con nueve habitaciones, fogones y un restaurante. Está ubicado sobre la ruta 40, entre Perito Moreno y Bajo Caracoles.
Al igual que el portal La Ascensión, el acceso al portal del Cañadón es gratuito y abierto a todo el público.
Finalmente, un conjunto amplio de posibilidades para el acercamiento y la conexión con el mundo detrás del mundo.
Imagen de portada: Antonio Vizcadino
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