Dame tu casa, dame tu alma

¿Decías la verdad o engañaba la mantis

con sus oráculos?

Ellas nos engaña también. Entre los

vapores de la grieta

consolaba el corazón anhelante con la

ambigüedad de sus hexámetros.

Dame tu casa, dame tu alma.

 

Fragmento de “Oleaje” de Niní Bernardello
Río Grande 1981/2010

 

Ilustración de Maximiliano López

 

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