Un grupo de organizaciones sociales, entre ellas Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el Frente Popular Darío Santillán, MTD Aníbal Verón, y la Corriente Clasista y Combativa, encabezaron una jornada nacional de protesta con ollas populares para pedir que se declare la Emergencia Alimentaria. En la ciudad de Buenos Aires, la primera olla popular se instaló a las 7 de la mañana en el cruce de las avenidas Callao y Corrientes, mientras que la última se realizó a por la tarde en el Obelisco.

Este mediodía, manifestantes se concentraron en la Plaza de Mayo y en la Plaza de la República frente al Obelisco para avanzar con el reclamo, en tanto que se registraron protestas en zonas de acceso a la capital. Además de la protesta en la esquina de Corrientes y Callao, se registraron reclamos de ese tipo en el Puente Pueyrredón, Puente La Noria, Panamericana, Ruta Nacional 197, Acceso Oeste y Autopista Buenos Aires-La Plata.

La protesta de hoy es similar a la que se realizó el último jueves y tendrá el mismo objetivo: juntar un millón de firmas para que se declare la Emergencia Alimentaria. Esta vez, los movimientos sociales continuaron con esa tarea en diferentes puntos de la Argentina, a la vera de avenidas, rutas, puentes y caminos.

“Aspiramos a que esta forma de reclamo que no entorpece el tránsito ni genera complicaciones se traduzca en verdaderos canales de diálogo con el gobierno para solucionar los problemas de los que menos tienen”, explicó la organización Barrios de Pie a través de un comunicado.

“El pedido de una ley de emergencia alimentaria tiene que ver con una situación que vivimos a diario en nuestros barrios. Queremos que se fortalezcan los comedores para poder atender y brindar una alimentación saludable para los chicos”, señaló esta mañana Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie.

“En la provincia de Buenos Aires se le está pagando $13 por ración a cada chico, eso hace que la alimentación sea muy deficiente”, añadió Menéndez. “Tenemos cerca de 1.000 comedores a los que concurren cerca de 50 mil chicos. La situación es muy difícil. Un relevamiento que hicimos nos da que el 43% tiene malnutrición, con dietas en base a las harinas y el mate cocido, que no tienen proteínas”, completó.

El proyecto de Emergencia Alimentaria estipula, entre otras propuestas, la necesidad de un Consejo Federal encargado de seguir la evolución nutricional de los chicos que reciban asistencia, el diseño de un relevamiento oficial para detectar a todas las personas con malnutrición o riesgo de estarlo, y establecer un esquema de tutores que acompañen a las familias en riesgo.

“La realidad actual de los más humildes y de los trabajadores en nuestro país es grave y angustiante —explicó Daniel Menéndez—. La inflación y los ajustes, las tristes cifras de la pobreza, los despidos masivos y los casos de represión; y la falta de canales de diálogo para resolver los problemas de los que menos tienen nos llevan a la necesidad de establecer una serie de actividades para visibilizar los reclamos y que el gobierno nos escuche”.

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