LaNación.com – SAN PABLO.-Brasil está en punto muerto. Agotado hace ya varias horas el plazo que había dado el juez Sergio Moro para que Luiz Inacio Lula da Silva se entregara por su propia voluntad para cumplir su condena por corrupción, el expresidente sigue atrincherado en la sede del sindicato de metalúrgicos en São Bernardo do Campo, rodeado de una multitud de simpatizantes.

No obstante esta actitud desafiante, sus voceros negocian cómo y cuándo se concretaría la eventual detención del máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT), favorito para las elecciones de octubre pese a la pena de 12 años y un mes de prisión que pesa sobre él.

La Policía Federal, por su parte, acaba de informar que hoy no se ejecutará la orden de prisión del expresidente Lula, pero aclaró que las negociaciones continúan para llegar a un entendimiento sobre cuándo y cómo se realizará la detención; la idea es que la medida ocurra de manera tranquila, para no generar riesgos ni al exmandatario ni a sus simpatizantes.

El PT busca movilizar a la mayor cantidad de personas posible y demostrar su fuerza en las calles. El objetivo es enfatizar el relato oficial petista de que Lula es víctima de una persecución política para evitar que gane los próximos comicios y vuelva al poder.

Aunque al principio de la tarde no eran masivas las manifestaciones a favor del exmandatario, con el correr de las horas y el vencimiento del plazo de las 17hs que había dado el juez Moro, la concurrencia a las protestas creció en varias ciudades del país, con epicentro en São Bernardo do Campo. Hasta allí, el PT y sus aliados -sindicatos y movimientos sociales- transportaron a miles de militantes.

Por otro lado, Gleisi Hoffmann, presidenta del PT, dijo: “Quería dejar en claro que no hay, por parte del expresidente Lula, incumplimiento de la sentencia de prisión por parte del juez Sergio Moro. Él está aquí, en el sindicato de metalúrgicos, un lugar público. Todo el mundo sabe donde está. Y aquí permanecerá, junto a la militancia. Es importante dejar en claro que a Lula le fue dada la opción de ir a Curitiba, y el resolvió no ejercer esa opción”.

En este sentido, desde el PT informaron que dieron “garantías” a la Policía Federal de que pueden ir a buscar a Lula al sindicato “sin problemas”. Pero él no va a entregarse, agregaron.

En tanto, la defensa del ex presidente apeló esta noche al Supremo Tribunal Federal para evitar su detención bajo el argumento de que no se agotaron todos los recursos procesales, informó la cadena Globo.

 

Fuente: La Nación

 

Deja tu comentario