En un esfuerzo por fomentar la conexión de los estudiantes con el océano y su entorno, el programa Escuelas Azules ha logrado destacarse como una iniciativa transformadora en Argentina. Fundado con el propósito de promover la conservación marina y el uso sostenible de los recursos oceánicos, el proyecto busca inspirar a los jóvenes a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
“El programa Escuelas Azules tiene un gran potencial para inspirar a los estudiantes a tomar acción y hacer un cambio positivo en su entorno”, explicó Micaela Stange, licenciada en Ciencias Biológicas y embajadora del proyecto Escuelas Azules en Chubut. Desde su implementación, Escuelas Azules ha crecido considerablemente, involucrando a más de 80 escuelas en todo el país, con una red de más de 8 mil alumnos comprometidos.
Un aspecto clave de Escuelas Azules es su enfoque en el trabajo en red y la colaboración con la comunidad científica. “Las escuelas están en contacto permanente a través de plataformas virtuales, permitiendo a los estudiantes compartir ideas y proyectos sin importar la distancia”, destaca Stange. Esta conexión constante no solo enriquece el aprendizaje, sino que también fortalece el sentido de comunidad entre los participantes.
“El cambio hacia una sociedad más sostenible es un proceso colectivo que requiere tiempo y esfuerzo. Es fundamental que los estudiantes sean parte de este proceso desde una edad temprana”, subrayó Micaela Stange. Escuelas Azules no solo educa sobre el ambiente, sino que también empodera a los jóvenes para que sean líderes en la conservación y el cuidado del océano.
Un futuro sostenible construido en red
La red nacional del programa, que conecta las instituciones nacionales y a los estudiantes, encuentra en estas jornadas un espacio de intercambio y crecimiento. “El encuentro fue una iniciativa local que buscó acercar a los alumnos y mostrar a nuevas instituciones lo que significa ser una Escuela Azul”, expresó Stange, quien también resaltó el apoyo recibido por la municipalidad y otros actores locales para la realización del evento.
Escuelas Azules ofrece a los estudiantes la oportunidad de explorar el océano desde diversas perspectivas y disciplinas, involucrándolos activamente en la identificación de áreas marinas prioritarias para la conservación y la implementación de proyectos prácticos.
El programa se estructura en cinco ejes principales, donde los estudiantes pueden elegir áreas de interés y trabajar en proyectos significativos a lo largo del año escolar. “El objetivo es que las escuelas diseñen, implementen y busquen soluciones a problemáticas locales que beneficien a la comunidad”, explica la embajadora de Escuelas Azules. Esto no solo fortalece el aprendizaje práctico, sino que también fomenta el trabajo en equipo y la colaboración entre escuelas a nivel nacional.
Aporte participativo
En este marco, la fundación Sin Azul No Hay Verde participó en una jornada que se realizó en Puerto Madryn. En un encuentro dedicado a promover la conservación marina, la fundación llevó a cabo un taller participativo que permitió a los estudiantes sumergirse en la identificación de áreas marinas prioritarias para la conservación. La actividad no solo enriqueció el aprendizaje de los alumnos, sino que también fortaleció la misión compartida de educar para un futuro sostenible.
Valentina Meyer, de Sin Azul No Hay Verde, estuvo a cargo de un taller cuya dinámica permitió que los estudiantes se familiarizaran con conceptos clave de conservación y comprendieran la importancia de identificar y proteger zonas marinas vitales. La interacción fue más allá de la teoría, convirtiéndose en una experiencia práctica donde los jóvenes pudieron aportar sus ideas y perspectivas.
“Nos pareció superinteresante que la Fundación formara parte de la jornada, ya que su labor está estrechamente ligada a la temática”, destacó la embajadora del proyecto en Chubut. La actividad permitió que los estudiantes no solo conocieran más sobre la conservación marina, sino que también interactuaran con otros colegios e instituciones participantes.
Fuente: Sin Azul No Hay Verde
