Una empresa de Bernal, provincia de Buenos Aires, fabrica muebles con madera plástica, material creado completamente a partir de plástico recuperado. La iniciativa representa una propuesta sustentable para darle una segunda utilidad a las toneladas de plásticos que desechamos en nuestro país.

La solución más efectiva para terminar con los residuos plásticos es dejar de consumir productos elaborados a partir de ese material. Lamentablemente nuestra sociedad actual está construida alrededor del plástico y resulta muy difícil imaginar un mundo en el cual no lo utilizamos, por lo que la segunda mejor opción es reducir su utilización, en especial en artículos descartables, y darle una segunda vida al plástico en lugar de desecharlo. En los últimos tiempos han surgido numerosas propuestas para lidiar con la problemática que afecta a todo el mundo, como la creación de plásticos biodegradables o de bacterias capaces de desintegrarlo. Sin embargo, nuestra mejor herramienta es, por el momento, el reciclaje. Existen numerosos ejemplos exitosos en los cuales los desechos plásticos son convertidos nuevamente en materia prima para la fabricación de otros productos. Una de las experiencias más conocidas es la impulsada por la fundación Garrahan, mediante la cual recolectan tapitas de botellas pet en todo el país para fabricar juguetes y utensilios plásticos, al tiempo que generan recursos económicos para el hospital de niños.

Ahora una empresa de la localidad de Bernal, en la provincia de Buenos Aires, lleva adelante una nueva iniciativa que consiste en recuperar plásticos de la basura para darles una nueva vida. Se trata de Econciencia, una pequeña empresa que fabrica, a partir de residuos plásticos, un material llamado madera plástica, con el cual elaboran todo tipo de mobiliarios, elementos para la construcción, decks y distintos tipos de estructuras. “Esta fábrica funciona hace un año y medio, procesamos todo tipo de plásticos de un solo uso y lo transformamos en madera plástica con lo que se puede construir hasta una vivienda generando un doble impacto porque evitamos tala de árboles y sacamos esos plásticos del medio ambiente que, si no están en un lugar adecuado, contaminan” explicó Daniel Hartman de Econciencia. 

La madera plástica es un excelente reemplazo para la madera de origen vegetal. Por un lado, se evita la deforestación para la producción de la madera al tiempo que se reduce la cantidad de residuos plásticos que impactan en el ambiente. Además, este material es mucho más resistente que la madera vegetal, ya que no se deteriora con el paso del tiempo y el impacto del clima, la humedad u otros factores ambientales, lo que lo hace ideal para estructuras expuestas a la intemperie como mobiliario urbano, juegos infantiles, decks, revestimientos, etc.

La empresa trabaja codo a codo con la fundación Llena una botella de amor, una iniciativa que invita a la población a llenar botellas con todos los desechos plásticos generados en el hogar, para luego poder reutilizar este material para la producción de madera plástica. “Proponemos un fin social, capacitamos escuelas, instituciones y a la comunidad en los lugares que nos convocan, llevando esta nueva conciencia ecológica en lo que es el reciclado de materiales de un solo uso. Hemos acumulado 80 mil toneladas y capacitamos más de 500 escuelas” explicó Flavia Taraborrelli, directora de la fundación.

El vínculo entre Econciencia y Llena una botella de amor beneficia a la empresa que recibe la materia prima, pero a la vez cumple una función social muy importante, ya que además de la creación de conciencia y la disminución del impacto de residuos en el ambiente, se donan muebles a colegios y comunidades. “Econciencia por su lado es una empresa que fabrica y vende sus productos de madera plastica. Por otro lado, la fundación es la que hace que una escuela o comunidad pueda recibir una mesa de camping para cuatro personas a través de un intercambio en el que esa parte entrega más kilos de plásticos de lo que pesa el mueble que recibe. Eso es para nosotros una especie de pago a Econciencia por los servicios de traslado, la logística, el ensamble y la instalación final” explicó Ludmila Taraborrelli, prima de Flavia y responsable junto a la misma de la fundación. “Hay muchísimos materiales que usamos hoy en día y que son reciclables, el tema es con qué tecnología contamos y qué estamos haciendo para lograr algo concreto con todo eso” reflexionó Ludmila. 

Recientemente el Ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, visitó las instalaciones de Econciencia y destacó la labor que la empresa lleva adelante junto a la fundación, resaltando el hecho de que la creación del material reciclado permite que todo aquello que iría a los mares sea convertido en productos que deberían ser el mobiliario urbano de todo el país.

Abel Sberna

Fuente: perspectivasur.com – a24.com 

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