Cíclicamente Tierra del Fuego se enfrenta a una catarata de notas periodísticas relacionadas a la problemática de los perros sueltos, generalmente disparadas por algún hecho puntual que hace poner el tema en agenda, nuevamente, por algunas semanas.

Una mordedura, un ataque masivo, el desastre de los perros cimarrones en el campo ofician como catapulta imaginaria para que las primeras planas de los medios locales estén llenas de proyectos oficiales que buscan terminar con el flagelo, que en realidad no termina nunca.

En EL ROMPEHIELOS nos preguntábamos si la grave situación que atraviesa nuestra provincia respecto a los animales sueltos era privativa del rincón más austral del país y, a modo de adelanto, podemos decir que la tenencia irresponsable es un mal nacional.

General Madariaga, Calafate, Comodoro Rivadavia, Rawson, Neuquén, Merlo, Córdoba, CABA, Salta, Resistencia, Bahía Blanca fueron las primeras respuestas en el pantallazo general.

La responsable del área de Bromatología del municipio de General Madariaga (pcia de BsAs), Lucia Amigorena, hizo hincapié en “la concientización en la tenencia responsable, la gente tiene que tomar conciencia y justamente, hacerse cargo de sus animales como debe”.

No tan llamativamente este reclamo se reitera en muchos otros municipios, “el 95 % de los perros que están en la vía pública tiene dueño” decía oportunamente el veterinario municipal de la ciudad de El Calafate, Pablo Forte.

“Es evidente que hay perros sueltos en todos los barrios de Córdoba y el fenómeno también se da en el interior, pero nosotros no podemos cumplir la función de captura permanente”, dijo José Luis Gallegos, veterinario a cargo de la sección “Antirrábicos” de la provincia mediterránea.

Según la encuesta nacional de mascotas, elaborada por Millward Brown Argentina, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya hay más de 150 mil perros en situación de calle, cifra que aumenta año tras año.

En su edición del 30 de junio de 2014 el diario El Tribuno (Salta) resaltaba que los animales sueltos causaban el 13% de los accidentes viales y que al menos tres personas mueren anualmente en las rutas salteñas por esta causa, que es totalmente evitable. Otro dato importante para resaltar es que la cantidad de accidentes relacionados a este tema crece en fines de semana largos y vacaciones, casualmente cuando las personas más abandonan a sus mascotas.

Según el sitio perrocontento.com hay cuatro ciudades en Latinoamérica con datos alarmantes respecto a la cantidad de perros callejeros: encabeza el ranking la ciudad de México, con un perro suelto cada 7 habitantes, le sigue Santiago (Chile) con casi 225mil animales callejeros, completa el triste podio Buenos Aires, Argentina donde, según el instituto Pasteur hay aproximadamente 150mil perros abandonados. En el cuarto, pero no menos deshonroso lugar, aparece Bogotá (Colombia) donde hay un animal suelto cada 39 habitantes.

¿Qué se hace en Tierra del Fuego? ¿Qué se puede mejorar?

A nadie escapa en nuestra provincia las campañas de castración masiva (y gratuita) se llevan adelante periódicamente, pero hay un punto que resalta y es que esta actividad no es obligatoria, es decir que si un dueño no quiere castrar a su mascota no tienen ninguna obligación para hacerlo.

También es cierto que muchos vecinos optan por no castrar a sus macotas en el quirófano móvil porque ello implica necesariamente que el animal saldrá chipeado y ese no es un dato menor.

Se habla ininterrumpidamente de la intervención del estado en estos temas, cosa que corresponde pues estamos hablando de salud pública, pero no puede desconocerse que sin el aporte necesario del tenedor de la mascota el cambio es imposible.

¿Cómo se concientiza?

El caso más paradigmático se da en Holanda, un cambio que por supuesto no se dio de la noche a la mañana, pero que se obtuvo de una política pública sostenida para cambiar los hábitos de los dueños de animales domésticos.

El plan tuvo cuatro ejes fundamentales:

Concientización: Holanda trabajó sobre la concientización del maltrato animal como un crimen tan grave como el maltrato a las personas. De hecho, en aquel país los animales de compañía tienen derechos equiparables a los de los humanos.

Leyes y multas: Las multas por abandono y maltrato pueden llegar a superar los 16 mil euros e, incluso, pueden acabar en una pena de cárcel de 3 años por hacer daño a animales de compañía.

Campañas de castración masivas, gratuitas y obligatorias: La superpoblación de perros abandonados se debió, en gran parte, a la compra compulsiva de perros de raza en lugar de adoptados en refugios. Para impedir que los perros que vivían en la calle y que no encontraban hogar se siguieran reproduciendo, el gobierno asumió el costo de las castraciones y organizó campañas de esterilización masiva y gratuita, tanto para perros callejeros, como los de perrera y los que viven en hogares.

Impuestos altos a la compra de animales de raza: El gobierno holandés estableció altos impuestos a la compra de mascotas de criaderos para desalentar el negocio alrededor de la vida de los animales y fomentar que, quienes realmente deseaban un animal de compañía, adoptaran a un animal sin hogar.

La única certeza al día de hoy es que los perros sueltos en Tierra del Fuego son un flagelo que ha excedido largamente la vida citadina, el problema crece y parece no tener un fin finito. ¿Cuánto durará el tema en los medios esta vez? Ojalá lo suficiente hasta que aparezcan las políticas necesarias para encaminar una solución definitiva y total.

 

María Fernanda Rossi

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