Aldo Sánchez, pronosticador local, brindó algunos detalles meteorológicos para conocer cuál es el origen de estos colores del cielo sureño que tanto cautivan a la población.

Los cielos de cualquier parte del mundo tienen su encanto, quizás si uno se pone a ver detenidamente, no solamente en la Patagonia, sino en el centro y norte de nuestro país, pero ¿qué tiene de particular nuestra región?

Aldo Sánchez, pronosticador local, indicó que la Patagonia “también tiene su particularidad”. Y explicó que, “es un cielo quizás un poco menos contaminado artificialmente”.

“Todos los sistemas que provienen del Pacífico pasan muy rápidamente por la región patagónica y dejan bastante nubosidad, acompañado por la intensidad del viento también, que no solamente se manifiesta en superficies, sino en capas medias y altas de la atmósfera, eso hace que la nubosidad también circule con bastante velocidad y haya variedad de nubes y de colores, especialmente en las primeras horas de la mañana cuando amanece o al atardecer”, desarrolló.

EL DETRÁS DE LOS CIELOS ROJIZOS

En relación con las tonalidades, indicó que “los colores más tirando a naranja rojo y se dan más que nada al atardecer, cuando el sol ya comienza a ponerse, entonces el ángulo que incide sobre la tierra, sobre la atmósfera, es distinto al que tenemos al mediodía sobre la vertical”.

En ese contexto, precisó que “cuando comienza el atardecer se ven los cielos de esos tonos rojos, naranjas, amarillos, a veces hasta parecen azulados o violáceos también. Y cuando hay bastante nubosidad, proveniente o asociado más que nada al algún sistema frontal o un sistema de baja presión, se ve en distintas tonalidades”.


“A veces los cielos, no solamente en la Patagonia sino en gran parte del país y en otras regiones del mundo, están contaminados artificialmente, más que nada como ocurre en las grandes capitales. Hay presencia de humo artificial, proveniente del transporte, entonces esa quema de combustible también altera la visibilidad o también de la transparencia del cielo”, mencionó sobre las localidades metropolitanas.

En la Patagonia, puntualizó, “es un poco más transparente la atmósfera, debido a que no tiene tantos contaminantes, pero hay que decir también que, por ejemplo, tenemos el polvo de suspensión, que a veces es trasladado por el viento, como tuvimos por ejemplo el día domingo. El polvo redujo la visibilidad y el cielo se pone color marrón, que no se ve nada, es algo ya natural. Incluso los incendios también pueden provocar o alterar los colores del cielo”, comparó.

Fuente: ADN Sur

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