Investigadores de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), del Conicet y de Parques Nacionales buscan generar información mediante el procesamiento de imágenes satelitales sobre el derretimiento acelerado de campos de nieve, en especial por carbono negro.

Para ello los científicos combinan muestreos en la Patagonia, análisis de laboratorio, información de los satélites Saocom y Sentinel, y un radiómetro.

El tránsito vehicular y la actividad industrial, provoca un derretimiento acelerado de la nieve y puede impactar sobre los cursos de agua a partir de la primavera, cuando comienza a aumentar la temperatura.

Giuliana Beltramone, becaria doctoral del Conicet en el Instituto Gulich de la Conae dijo a Télam que “elegimos concentrarnos en la nieve de no menos de dos meses y no más de un año porque es la que puede tener incidencias en avalanchas o en los deshielos que entre otras cosas condicionan el suministro de agua”.

La investigadora indicó que “el carbono negro y otras impurezas cuando se posan en la superficie de la nieve, le quita capacidad de reflejar la luz acelerando su derretimiento; por lo que detectar estas partículas es una señal certera de que esa nieve va a tardar menos tiempo en convertirse en agua”.

La científica detalló que, además del carbono negro, existen otros contaminantes que afectan a la nieve como las quemas de bosque nativo, las cenizas de erupciones volcánicas, el polvo, o incluso algas que pueden llegar en patas de animales o botas de visitantes.

Beltramone destacó que si bien se pueden identificar estas partículas “es más difícil evaluar la magnitud de su presencia porque para eso habría que diseñar una misión satelital específica”.

Precisó que en el caso de las algas, el polvo o las cenizas volcánicas “son impurezas que siempre estuvieron ahí, pero el carbono negro o el carbono marrón tienen mucho que ver con la acción del hombre, por eso elegimos tomar muestras por un lado en mantos de nieve cercanos a Bariloche y en el Parque Nacional Los Alerces“.

Este tipo de contaminación puede afectar la provisión de agua en las poblaciones y desestabilizar las laderas de las montañas, provocando avalanchas o inundaciones; además, tiene severas implicancias en el cambio climático y en el calentamiento global, lo cual repercute en los servicios ecosistémicos relacionados a la criósfera (áreas terrestres y marinas donde existe nieve o hielo) y sobre aspectos socio-económicos.

“El objetivo final es desarrollar un instrumento satelital para monitorear el oscurecimiento de las nieves a nivel global, capaz de detectar la presencia de contaminantes que absorben la luz y de discriminar las partículas del carbono negro de otras como el carbono marrón (generado por la quema de biomasa), cenizas volcánicas, polvo y algas, que pueden provocar un efecto similar”, sostuvo Beltramone.

La campaña actual sumó el desafío de subir a los cerros con el radiómetro, que pesa unos 15 kilos e incluye una computadora y baterías adicionales, en medio de grandes nevadas y tormentas de viento, que causaron el cierre de los caminos vehiculares.

Además de la información de los satélites Saocom, incorporaron al estudio imágenes ópticas de las misiones Sentinel 1, 2 y 3, de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Fuente: Agencia Télam

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