Las nuevas generaciones de marinos encuentran en el evento de Grandes Veleros una oportunidad única para ganar práctica en el mar y estrechar lazos de camaradería.

Sin dudas, “Velas Latinoamérica 2022” constituye uno de los principales eventos náuticos de nuestro continente. En él confluyen diferentes objetivos, todos atravesados por la unión y la fraternidad de las Armadas participantes.

Las tripulaciones de las unidades, que amarraron el jueves en el puerto de la Base Naval Mar del Plata, están integradas en su mayoría por jóvenes que cursan los últimos años de su formación profesional. El Viaje de Instrucción, para ellos, significa volcar en la práctica todo lo aprendido de forma teórica. Por eso, el hecho de realizar esa travesía en el marco de un encuentro de Grandes Veleros le agrega un plus de valor y dinamismo a la experiencia.

“El Viaje de Instrucción nuestro suele ser bastante distinto a lo que es el ‘Velas’, en donde lo que más se aprovecha o disfruta es el compartir con miembros de otras Armadas”, comenta el Guardiamarina en Comisión Alan Gómez, de la fragata ARA “Libertad”. El buque escuela de la Armada Argentina, junto al motovelero “Dr. Bernardo Houssay” de la Prefectura Naval Argentina, son las dos unidades que representan a nuestro país en este evento náutico.

Por su parte, Brenda Sardina –también Guardiamarina en Comisión, de la fragata ARA “Libertad”–, agrega que la constante interacción con marinos de otros países facilita conocer a los destinos de una forma diferente: “En los países que visitamos hay una fragata que es local, y los tripulantes de esos buques son quienes nos llevan a recorrer las ciudades, no tanto como turistas, sino como locales”.

“Los lazos de amistad que uno genera no se agotan en el tiempo. El día de mañana si nos toca visitar de nuevo a un país del ‘Velas’ sabemos que contamos con alguien que nos va a recibir, y eso no tiene precio. En el caso de Argentina, en particular, la relación que construimos es muy fuerte, lo que nos permitió forjar una hermandad. Siempre nos han tratado de forma muy amena y amable”, señala la Cadete de 3° año Luissiana Anchante, a bordo del bricbarca “Unión”, de la República de Perú.

Otra de las características que brinda el encuentro de Grandes Veleros es la posibilidad de llevar a cada puerto propuestas culturales propias de los países participantes. Sobre esto, la Guardiamarina Alfonsina Romero del velero uruguayo “Capitán Miranda” apunta: “Esto genera un sentido de pertenencia con el buque y con su tierra. Sin salir al extranjero uno no toma real dimensión de todo lo que representa su cultura, pero asistiendo a esta clase de eventos se da cuenta de lo importante que es”. En alusión a eso, el Brigadier Teniente de 4° año, Guardiamarina Byron Guerrón, del bergantín ecuatoriano “Guayas”, afirma que el intercambio cultural es continuo: “A pesar de diferencias idiomáticas en algunos términos, el aprendizaje sobre cada cultura es inmenso”.

Si bien en su mayoría se trata de buques escuela abocados a completar la instrucción profesional de guardiamarinas, las embarcaciones de Brasil y Colombia también participan del “Velas” con unidades que no son específicamente buques de formación. La Marina de Brasil lo hace con la nave “Cisne Branco” y Colombia con el OPV “20 de Julio”.

Frente a esto, el Teniente de Navío Nicácio Satiro de Arauyo Filo, del buque brasileño, explica: “Si bien la intención del ‘Cisne Branco’ es instrucción marinera, no hay cadetes. Se hace con todos marinos de distintas jerarquías para el afianzamiento de las técnicas de marinería”. Con respecto al rol de su país como organizador del evento, el Teniente de Navío Arauyo Filo resalta: “Es un rol muy importante, pero sentimos que todas las Marinas colaboran a su manera con el éxito del evento. Es un evento de todos, donde todos colaboramos”.

La Guardiamarina Andrea Carolina Castañeda Corrales, del OPV colombiano “20 de Julio”, señaló a su vez que la participación de este buque es un hecho histórico: “Es la primera vez que los alumnos nos embarcamos en un OPV para realizar este viaje. Siempre lo lleva adelante la fragata ‘Gloria’. En este caso, al navegar en un buque gris, tenemos la oportunidad de conectarnos más directamente con lo que vamos a tratar más adelante”.

Fuente: Gaceta Marinera

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