La pintoresca localidad de Gaiman, ubicada en el valle inferior del río Chubut, fue seleccionada junto con otras seis poblaciones para representar a la Argentina en el “Best tourism villages”, evento promovido por la Organización Mundial del Turismo para resaltar destinos que preservan “tradiciones y patrimonio”, ofreciendo una alternativa distinta para los visitantes.
Gaiman, con alrededor de 13.000 habitantes, está ubicada 40 kilómetros al oeste de Rawson, capital de la provincia, y es considerada la cuna de la cultura galesa por los colonos que llegaron a estas tierras en 1865 dando inicio a uno de los procesos de integración más pacíficos de los que conozca la historia de la humanidad, pues se hizo en comunión con el nativo pueblo Tehuelche.
“Estamos muy felices por haber sido seleccionados porque somos una comunidad que se siente honrada por nuestro pasado, orgullosa de nuestro presente y con una enorme expectativa en el futuro”, sostiene el intendente local, Darío James, en diálogo con Télam.
Los James, al igual que otros apellidos que se repiten como Owen, Thomas, Evans, Jones, Davies, Williams, Lewis, Hughes, entre tantos otros, son exponentes de la descendencia galesa que se radicó en el valle del río Chubut.
El sello de la ascendencia galesa está impreso en las capillas protestantes que se levantaron en distintos lugares de la zona rural, en las casas donde se sirve el té con la exquisita repostería europea, en los museos que evocan los tiempos de la colonia y en las agrupaciones corales que cantan historias del otro lado del océano.
James agrega que “Gaiman es, además de todo eso, también cuna de la democracia porque fue la primera comuna que se organizó, en tiempos de la colonia, con la participación de los vecinos para elegir las autoridades, además de haber constituido el primer sistema de juicio por jurados en estas tierras que recién hace poco fue instituido formalmente por el sistema judicial moderno”.
Los mismos turistas provenientes de Gales se sorprenden al llegar y ver negocios con nombres en esa lengua, calles que le son familiares, apellidos y vecinos que hablan con fluidez el galés que ellos mismos, en su país de origen, van perdiendo poco a poco, subsumidos por el inglés.
“No solo eso, acá hay además hasta un jardín de infantes bilingüe donde está el español y el galés como idiomas en igualdad de aplicación, lo cual es único en el mundo”, explicó el intendente James.
Las familias, un poco en broma y otro tanto en serio, suelen distinguirse entre sí según el contingente en el que sus ascendientes llegaron en barco a estas costas, porque quienes llegaron en el primer barco, el velero “Mimosa”, no tienen el mismo “abolengo” de quienes vinieron en los sucesivos arribos de ultramar.
Por eso el alcalde James aclara: “Yo soy cuarta generación y del segundo contingente”.
En materia de lugares para alojamiento, Gaiman cuenta con 4 hosterías, 2 cabañas, una posada y varios establecimientos rurales.
Muchos visitantes, sobre todo los que llegan desde el país de Gales, suelen alojarse en la casa de los familiares, amigos o “conocidos de conocidos”.
La directora de turismo de Gaiman, Marcela Plust, admite en diálogo con Télam que “tenemos mucho por hacer, sobre todo en materia de infraestructura, pero creemos que nuestro crecimiento turístico no tiene techo porque está hecho sobre bases muy sólidas que tienen que ver con la tradición y la cultura”.
El nombre de las capillas que se levantaron durante siglo XIX en lugares estratégicos del valle próximos a Gaiman son un sello del origen galés: “Seion”, “Bryn Crwn”, “Salem”, “Bethesda”, “Bethlehem”, “Nazareth Glan”, “Alaw” y “Bethel”.
El significado de la palabra Gaiman ofrece varias formas de traducción, aunque la versión más arraigada es “Punta de piedra” que alude a un cerro de punta cónica que se observa desde varios kilómetros y era la referencia que tomaban las “rastrilladas” de troperos y nativos para llegar al lugar.
El escritor e investigador Donald Thomas en su publicación “El nombre de mi pueblo” hace un repaso de las distintas interpretaciones de Gaiman como denominación donde reconoce las dificultades para desentrañar el significado teniendo en cuenta que es una palabra proveniente del idioma Tehuelche, sobre el que no hay registros escritos.