El mapa de producción de “Frutillas del viento” sigue creciendo. En esta segunda etapa se presentó el proyecto RedER en Chubut, que cuenta con el apoyo técnico y profesional del INTA Esquel. La iniciativa promueve la sostenibilidad agrícola a través de la horticultura intensiva de frutillas y la integración de las energías renovables en la producción, las aulas y las políticas públicas.

El 21 de noviembre se hizo en Esquel el lanzamiento del proyecto RedER Chubut: Transición Energética Justa e Inclusiva de la Agricultura Familiar, junto a la Delegación Argentina de la Unión Europea (UE), autoridades locales, socios, colaboradores, prensa, directores de escuelas técnicas y productores de Frutillas del Viento.

Este proyecto cofinanciado por la UE en Argentina, impulsado por la Fundación 500RPM, con la colaboración de la Unión Iberoamericana de Municipalistas y Fundación Patagonia Natural, con el abordaje técnico y profesional del INTA, tiene como objetivo promover una transición energética que sea equitativa y accesible para todos los sectores de la provincia.

El evento contó con la presencia de la Jefa de Cooperación Ilse Cougé y otros miembros de la Delegación Argentina de la Unión Europea, así como con la presencia de la Ministra de Producción del Gobierno de Chubut, Laura Mirantes y el Director del Centro Regional Patagonia Sur del INTA, Eduardo Cittadini.

Eduardo Miserendino de INTA Esquel destacó que “es un sueño cumplido ver a los productores con sus frutillas. Fue un desafío trabajar en la zona de la meseta, donde la producción es tradicionalmente ganadera y se piensa como un lugar donde producir es casi imposible. Pero precisamente las condiciones climáticas de la estepa son ideales para producir este tipo de cultivo. Unimos capacidades y el resultado son las Frutillas del Viento”.

Hoy ya hay doce productores y dieciocho mil plantines distribuidos en Alto Río Percy, Cholila, El Hoyo, Paso del Sapo, Costa del Lepá, Paso de Indios, Tecka y Esquel. El proyecto aporta tecnología con molinos eólicos y energía solar para facilitar el riego por goteo en microtúneles. La construcción de los molinos eólicos se realiza con escuelas técnicas de la provincia.

De Patagonia al país

Los viveros que producen los plantines para los dos grandes polos de producción en Argentina (Coronda y Tucumán) están instalados en el Noroeste de Chubut. Son doscientas cincuenta hectáreas entre El Maitén y Trevelin. Proveen de plantas para producción en invierno. La época de producción en Patagonia es entre noviembre y marzo, por lo que se podría tener frutillas durante todo el año.

Por su parte, Cristina Dellacanónica de INTA Esquel señala que “para nosotros es una gran oportunidad que nos da presencia territorial, un proyecto que cuenta con financiamiento que nos permite llegar a estos lugares, lo que genera que se sumen nuevos productores y se multipliquen las consultas. Nos permite relevar datos y acercar nuevas propuestas productivas”.

César Cárdenas es productor de la zona de costa del río Montoso, y desde hace tres años trabaja con INTA en la producción de frutillas. “Yo era colectivero en Esquel. Me sumé a un taller de horticultura en Gualjaina y conocí a la gente del INTA y empecé a aprender a regar por goteo y a producir verduras. El año pasado cosechamos mil kilos de frutillas y queremos seguir creciendo”.

Desde cercanías de Paso del Sapo, en plena meseta de Chubut, Milo Grenier relata: “escuché por radio que iba el INTA a dar una charla a la escuela del pueblo sobre producción de frutillas y me anoté. En octubre plantamos mil cuatrocientas plantas. Antes teníamos sólo ovejas y algunas vacas. Ahora queremos crecer con este trabajo”.

Fuente: INTA

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