Pedro Alberto Lencina (Río Grande, 1988). Docente, escritor y músico fueguino. Participó en la Antología Federal de Poesía Región Patagónica editada por el CFI, en las antologías Memoria Joven, Poesía y Narrativa Fueguina a 30 años del golpeeditada por el grupo Trashumantes de Río Grande en 2007, en la Antología Jovende Esquel y en la Antología Federal de Poesía Región Patagónicaeditada por el CFI en 2014. Algunos temas recurrentes en su poesía son el mar, el lenguaje o la infancia. Claroscuro, es su primer libro de poemas, que saldrá el próximo año a través de la Editora Cultural Tierra del Fuego.

Me gustan los poetas que tienen una voz implacable sin dejar de lado la ternura, nos comenta Pedro Lencina.

Podés contactarte con Pedro a través de su página de Facebook.

Algunos de sus poemas:

 

CANTOS DE ALMA

Parte 1: Serpentina

1

Vamos a cuidar la noche, que no se raye,

Serpentina mía que te arrastras sobre niebla.

Me creía muerta de tanto llorar pero solo

era el manotazo del viento el que me

arranco los ojos.

Serpentina te digo / algo serio:

aunque niña he matado

tantos sapos y tortugas

ajenos

hasta descubrir el que es mío

(este pececito de colores

que por descuido he guardado),

no quiere decir que me olvide

de los bosques, mis pantanos,

no quiere decir que no piense

secretamente

en salir a embarrarme (pero tengo

miedo).

 

Quieren crecerle alas…

Quieren crecerle alas y no sabe

que para alcanzar el Sol

es preciso

ahogar el mar.

 

Creo

 

Creo en el mundo como ausencia de Dios.

 

y a los que buscan la ausencia

y a los que temen la ausencia

y el silencio, quiero decir ausencia.

Y los que se meten en recovecos del hombre

y cantan para no morir de ausencia

y la ausencia cuando la encontramos en los niños

(¿pero acaso no somos todos

niños?)

y las mujeres donde inventé mi ausencia

para encontrarlas en el silencio,

todos, todos son mis ojos,

mis hermanos,

todos hablamos al mismo tiempo,

las mismas cosas

 

…pero solo la Luz

alcanza a matarme.

 

Soliloquio

 

Escribo solo cuando me es necesario.

Escribo y, a veces,

me es necesario estar muy solo:

las alas ocupan la habitación entera.

 

La habitación entera se me hace chica para tanta gente

y escribo como

a veces,

lo solo que estoy y me es necesario.

Alas.

 

Tener alas en tanta gente

me es necesario

para no ser solo

una habitación entera.

 

Escribo.

Solo.

Con tanta gente.

Me es necesario.

Cuando

 

A veces.

 

 

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