La Cámara Legislativa fueguina cierra el año con 9 sesiones ordinarias en las que se aprobaron 41 leyes, muchas de ellas ratificaciones de convenios institucionales entre el gobierno provincial y nacional. El Estado provincial, invirtió por cada uno de los 15 legisladores $44,556,500 durante 2018, lo que ubica al parlamento fueguino en el cuarto lugar de las legislaturas más caras del país, según un informe emitido por la Fundación Libertad.
Tierra del Fuego AIAS destina 4158 pesos por habitante en la tarea legislativa, lo que posiciona a la provincia en el puesto número uno del ranking, con un presupuesto anual establecido en más de 600 millones de pesos. Sin embargo, la tarea de los parlamentarios no se condice con los recursos destinados. Uno de los ejemplos más significativos fueron las declaraciones de la legisladora oficialista Andrea Freites, quién relató a Tv2Noticias que “las comisiones se organizan de martes a jueves”, porque hay algunos parlamentarios que no residen en la capital fueguina, por lo que cobran un hermoso item llamado “desarraigo”.
Entre el paquete de leyes sancionadas durante este año, se encuentran cuatro adhesiones a normativas nacionales; varias ratificaciones a convenios institucionales entre el Ejecutivo Provincial y Nacional por financiamiento para obra pública; dos modificaciones a la ley de ministerios; una a ley orgánica del Poder Judicial; la ley de antidopping para funcionarios; la instauración del día del día del feto -sobre tablas y casualmente en pleno debate nacional sobre el aborto legal, seguro y gratuito; la obligación para que los estudiantes prometan por el cuidado del ambiente; y la creación de la Fiesta Provincial de la Lenga.
Con salarios que rondan las 100 lucas -dato que no se encuentra publicado en ningún lugar de la página web institucional- los parlamentarios emitieron 4 leyes por sesión promedio. Es justo decir que también sancionaron algunas normas piolitas, como la creación de la FOGADEF, o la modificación a la Editora Cultural para que pueda comercializar sus libros. Muchas de la iniciativas aprobadas fueron proyectos del Ejecutivo. También es razonable decir que el Gobierno no encontró dificultades para gestionar consensos dentro del parlamento que le permitieran aprobar normativas clave. Excepto ahora, con el presupuesto.
El proyecto fue enviado en agosto como manda la Constitución Provincial, con miras a ser modificado, ya que en ese momento el presupuesto nacional, todavía no comenzaba a discutirse en el Congreso. Por esa razón el presidente de la Comisión 2, Pablo Blanco postergó el debate local hasta después de la discusión nacional. Una vez que finalizada esa etapa, comenzó el desfile de los funcionarios provinciales, que uno a uno fueron explicando qué hicieron este año y cuáles eran las proyecciones para 2019.
Pero, habrá presupuesto reconducido, porque a pesar de que el oficialismo cuenta con mayoría propia en la Legislatura, a pesar que los parlamentarios del bloque UCR-Cambiemos acompañaron casi todos los proyectos que el Poder Ejecutivo necesitó, a pesar que el proyecto de presupuesto es “la ley de leyes”, no hubo consenso para evitar la reconducción. El argumento es que, Gobierno no envió unas planillas.
A partir del 1 de enero, se reconducirán de forma automática “las partidas vigentes al finalizar el ejercicio inmediato anterior”, como establece el Artículo N°67 de la Constitución Provincial. Y en función de esto el Ejecutivo deberá introducir algunos cambios previstos en la Ley Provincial N° 495. Además, por la Ley de Ministerio, el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Economía y Jefatura de Gabinete, tendrá la facultad para reacomodar partidas de forma más discrecional. Hay tres hipótesis que pueden explicar por qué no habrá presupuesto aprobado, siendo que el oficialismo cuenta con mayoría propia:
1- Hay una interna feroz entre el Vicegobernador y presidente de la Legislatura, Juan Carlos Arcando y Rosana Bertone;
2- El propio Poder Ejecutivo quiere un presupuesto reconducido en un año electoral;
3- La prioridad de los legisladores está puesta en las licencias por vacaciones.
Luz Scarpati