El British Antarctic Service, que opera e investiga en la Antártida y las islas del Atlántico Sur, lideró un estudio internacional que interpela al presidente Joe Biden y pide que se incluya a los pingüinos emperador en la Ley Estadounidense de Especies en Peligro.

El calentamiento global es un hecho incuestionable al que la humanidad debe enfrentarse con urgencia si no quiere ver cambiar drásticamente el planeta. Las implicaciones más inmediatas son el aumento de las temperaturas, el cambio en los patrones climáticos, la subida del nivel del mar y la extinción de miles de especies.

En este sentido, una investigación publicada en Global Change Biology ha alertado de que un clima cada vez más cálido puede exterminar para fin de siglo a uno de los animales icónicos de la Antártida, el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri).

“Si el clima global sigue calentándose al ritmo actual, esperamos que los pingüinos emperador en la Antártida experimenten una disminución del 86% para el año 2100. En ese momento, es muy poco probable que se recuperen”, alerta en un comunicado Stephanie Jenouvrier, ecóloga de aves marinas y autora principal del artículo.

La investigación, en la que ha participado un equipo internacional de científicos coordinado por el Woods Hole Oceanographics Institution (WHOI), explica que el destino de los pingüinos está ligado en gran medida al destino del hielo marino, ya que estos animales lo usan como base de origen para la cría y la muda. Los pingüinos emperador tienden a construir sus colonias en hielo con condiciones extremadamente específicas: debe estar encerrado en la costa del continente antártico, pero lo suficientemente cerca como para abrir el agua de mar para que las aves tengan acceso a alimentos para ellos y sus crías.

Sin embargo, a medida que el clima se calienta, el hielo marino desaparecerá gradualmente, privando a las aves de su hábitat, fuentes de alimentos y la capacidad de incubar polluelos.

Modelos climáticos

Jenouvrier y su equipo realizaron el estudio combinando dos modelos informáticos existentes. El primero, un modelo climático global creado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), ofrecía proyecciones de dónde y cuándo se formaría hielo marino bajo diferentes escenarios climáticos. El segundo, un modelo de la propia población de pingüinos, calculó cómo las colonias podrían reaccionar a los cambios en ese hábitat de hielo.

“Hemos estado desarrollando ese modelo de pingüino durante 10 años”, explica Jenouvrier. El modelo puede dar “una descripción muy detallada de cómo el hielo marino afecta el ciclo de vida de los pingüinos emperador, su reproducción y su mortalidad. Cuando incorporamos los resultados del modelo climático NCAR, podemos comenzar a ver cómo diferentes objetivos de temperatura global puede afectar a la población de pingüinos emperador en su conjunto”.

Emperor penguin (Aptenodytes forsteri) colony. Credit: Peter Fretwell

Los investigadores ejecutaron el modelo en tres escenarios diferentes: un futuro donde la temperatura global aumenta en solo 1,5 grados (el objetivo establecido por el acuerdo climático de París), uno donde las temperaturas aumentan en 2 grados y otro donde no se toman medidas para reducir el cambio climático, lo que provoca un aumento de la temperatura de 5 a 6 grados centígrados.

En el escenario de 1,5 grados, el estudio encontró que solo el 5% del hielo marino se perdería para el 2100, causando una caída del 19% en el número de colonias de pingüinos.

Sin embargo, si el planeta se calienta 2 grados, esos números aumentan dramáticamente: la pérdida de hielo marino casi se triplica, y más de un tercio de las colonias existentes desaparecen. “Bajo ese escenario, los pingüinos estarán marchando hacia la extinción durante el próximo siglo”, advierte.

EL ROMPEHIELOS

“Cuanto más aprendemos del pingüino emperador, más nos damos cuenta de su dependencia del hielo marino. Nuestros nuevos modelos de su dinámica de población se suman a los efectos de los cambios extremos, que comprobamos que han impactado en los años recientes. Los modelos predicen que si no actuamos ahora para torcer las emisiones de efecto invernadero, la población de pingüinos declinará cuatro quintos en el 2060 y eventualmente se extinguirá al final del siglo”, predijo el Dr Peter Fretwell, coautor del trabajo y especialista en Sistema de Información Geográfica del British Antarctic Survey.

“Si las emisiones siguen aumentando, como lo han hecho en las últimas dos décadas, el futuro de los pingüinos emperador es desolador. Este informe no es sólo sobre los pingüinos emperador. Usamos a los emperadores como un ejemplo de especie en la que se puede hacer un análisis directo del estrés ambiental conocido. En este caso, la escasez de hielo marino predice una merma futura. Para muchas especies, el vínculo entre cambio climático y poblaciones es menos obvio y difícil de prefigurar, pero sigue siendo real. El declive del emperador puede verse como una advertencia del futuro posible para muchas especies si no actuamos para torcer la curva del cambio climático”, continúa el Dr. Fretwell.

Hacemos un llamado al presidente Biden y esperamos que la sociedad global escuche a la ciencia”, añadió el Dr. Phil Trathan, partícipe de la presentación, jefe del departamento de Conservación Biológica del British Antarctic Survey británico y gran conocedor del comportamiento de los pingüinos emperadores, especie que estudia desde hace 30 años.

Fuente: British Antarctic Service

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