Llevó a cabo una navegación de vigilancia y control de los espacios marítimos en la Zona Económica Exclusiva de jurisdicción nacional, contabilizando más de 350 contactos efectivos. También operó con unidades de la Flota de Mar y de la Aviación Naval.
Esta tarde arribó a la dársena de la Base Naval Mar del Plata el patrullero oceánico ARA “Bouchard”, luego de efectivizar una nueva operación de control de los espacios marítimos de jurisdicción nacional, en los límites de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mar Argentino.
La unidad naval, dependiente de la División Patrullado Marítimo (DVPM), había zarpado para realizar dicha patrulla y además monitorear la actividad pesquera. Para ello embarcó a la dotación de Visita, Registro y Captura (VRC). Los mismos se mantuvieron alerta a lo largo de toda la navegación y realizaron adiestramiento propio mediante la realización de prácticas de tiro, manejo de armamento y adiestramiento de botes.
Desde la Base Naval Puerto Belgrano zarpó la corbeta ARA “Espora”, la cual también puso proa a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) llevando a bordo un inspector de pesca dependiente de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación; y conformando de esta manera junto al patrullero oceánico ARA “Bouchard”, una maniobra de barrido desde el norte y sur, respectivamente, sobre la flota pesquera que se encontraba en proximidades de la ZEE.
Durante la patrulla se sumaron a las actividades de exploración una aeronave Beechcraft B-200 de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima, interactuando con el patrullero ARA “Bouchard” y la corbeta ARA “Espora”, en las tareas propias del patrullado. Dicha aeronave empleó parte del vuelo para la realización de adiestramiento en materia de búsqueda y rescate SAR (Search and Rescue).
Durante la navegación, las unidades de la Armada Argentina concretaron el control efectivo de buques de interés en un frente de 270 millas náuticas entre los paralelos 42º y 47º Sur, obteniendo el resultado positivo y colaborativo de los mismos mediante comunicaciones radiales que permitieron corroborar sus permisos de pesca, sus datos técnicos y comerciales, y llevar a cabo un detallado registro fotográfico de cada embarcación.
Todas estas acciones permiten ejercer presencia en nuestras aguas jurisdiccionales, y por ende, un efecto disuasivo sobre la zona.
En el mar, durante los traslados desde y hacia su apostadero, la dotación del patrullero pudo llevar a cabo su adiestramiento individual de unidad mediante diversos niveles de instrucción de acuerdo al plan de adiestramiento anual establecido por el comando superior.
Con condiciones climáticas y marítimas variadas, el “Bouchard” recreó a bordo situaciones con niveles de complejidad diferentes, motivando el desarrollo de distintos roles como control de averías; lucha contra incendios; abandono de la unidad; maniobras de rescate de hombre al agua; maniobras marineras generales y rol de combate.
Fuente: Gaceta Marinera