Era la región que no figuraba en las previsiones ni en los mapas políticos, y que ningún macrista importante quería pisar, a riesgo de llevarse una aplastante derrota y sentir que había invertido tiempo y dinero en vano.
Pero, luego de las PASO, la Patagonia pasó a ocupar un lugar central en la estrategia de Cambiemos.
Tanto, que en la Casa Rosada diseñaron un plan para repetir triunfos o mejorar allí las performances. “La ola nos favorece, se siente en todo el país y la marca Cambiemos llegó también al Sur”, se felicitan en Balcarce 50 y en el comando de campaña nacional. Nombres hasta hace poco desconocidos, como el macrista fueguino Héctor Stefani, el radical chubutense Gustavo Menna, el pastor neuquino David Schlereth y la rionegrina Lorena Matzen se hicieron familiares y ganaron relevancia, sumados al ya experimentado santacruceño Eduardo Costa, en camino de derrotar nuevamente a los candidatos de Alicia Kirchner, el domingo 22.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, encabezó la semana pasada la avanzada oficialista en esas provincias, a las que llegaron y llegarán más funcionarios, de aquí a las elecciones. En la Casa Rosada confían en repetir el triunfo de Santa Cruz, ganar por primera vez en Tierra del Fuego y Chubut, donde las diferencias con el triunfador fueron mínimas, y acortar distancias en Río Negro.
En Neuquén, sostienen los funcionarios, será difícil repetir el triunfo de Schlereth “porque el Movimiento Popular Neuquino va a poner toda la carne en el asador” para recuperar terreno, pero también lo intentarán: sólo así se explica la presencia de Mauricio Macri, quien anteayer inauguró el puente que une la capital neuquina con la rionegrina Cipolletti.
“En Santa Cruz podemos sacar 50 puntos”, afirmaron en el despacho de Frigerio, quien viajó a la provincia de los Kirchner para dar su respaldo a Costa. Apretada por la grave crisis económica que vive la provincia, la gobernadora y cuñada de Cristina Kirchner bajó los decibeles de sus críticas a la Casa Rosada. “Le estamos tirando una soga porque no queremos que se incendie la provincia”, afirmaron a LA NACION en un importante despacho. El miércoles pasado, sin ir más lejos, el Gobierno giró fondos para pagar a los docentes santacruceños.
A Tierra del Fuego, horas antes del paso de Frigerio, llegaron buenas noticias: el presidente de la UCR fueguina, Federico Sciurano, anunció que bajaba su candidatura a diputado nacional y allanó el camino de Stefani en octubre. “Había salido cuarto, esos votos van a Cambiemos sí o sí”, interpretan en el oficialismo. Esperan anotarse un triunfo histórico ante el frente que ganó las PASO, y que incluye al PJ de la gobernadora Rosana Bertone, La Cámpora y la ex mandataria Fabiana Ríos.
En Neuquén y Río Negro las situaciones son disímiles. Nadie duda de que en Río Negro el PJ encabezado por María Emilia Soria volverá a ganar la elección (en las primarias llegó a los 40 puntos). La llamativa decisión del gobernador Alberto Weretilneck, quien bajó su lista de manera intempestiva (había sacado el 18%) abrió una luz de esperanza para Cambiemos, que lo había superado por un punto en las PASO. “Si Soria no nos duplica, sacamos un diputado”, se esperanzan los funcionarios cercanos al Presidente. En Neuquén, en cambio, será muy difícil repetir el triunfo ante el poderoso aparato del MPN, que quedó sólo dos puntos debajo de los votos sumados del pastor evangelista y la segunda lista, encabezada por Alejandra Vidal. “Lo vamos a intentar, pero la vemos difícil”, afirmaron en el gobierno nacional, que sostiene una buena relación con el gobernador Omar Gutiérrez, quien se mostró nuevamente con el Presidente.
En Chubut aparece una situación de paridad entre el kirchnerismo -llevó seis listas en las PASO y ganó-, el oficialismo de Mario Das Neves y Cambiemos, que terminó tercero a pocos puntos. “Hoy hay triple empate, pero vamos a poner todo para ganar”, afirmaron en el oficialismo, que ya envió funcionarios de segunda línea a colaborar con Menna. La idea de una Patagonia “sumada al cambio” está firme en la mente del Gobierno. Pero no por eso dejarán de lado las buenas relaciones con los gobernadores. Frigerio combinó y combinará los anuncios de obras y las reuniones con los candidatos locales con encuentros con los gobernadores de esas provincias. La gobernabilidad está primero, advierten en Balcarce 50, aunque el viento del Sur también parece soplar en su favor. “Queremos ganar ahora para poder ganar más provincias en 2019”, resumen.