El Gobierno de Santa Cruz comunicó que un equipo de científicos del CONICET investigó el esqueleto, hallado en Estancia Anita, cerca de El Calafate, de un ejemplar de la especie megaraptors.
Profesionales del CONICET estudiaron el esqueleto de un enorme depredador carnívoro al que bautizaron con el nombre de Maip macrothorax, una de las últimas especies antes de producirse su extinción (Período Cretácico).
El paleontólogo Mauro Aranciaga, tesista doctoral, del CONICET desde el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN), fue quien encontró accidentalmente la primera pieza fundamental del hallazgo.
Sobre la sorpresa del primer momento, el científico relató: “El hallazgo fue en Estancia Anita, a unos pocos kilómetros de El Calafate. Nosotros estábamos allá en 2019 (hemos ido en varias oportunidades a ese lugar), y un día buscando fósiles tuve la suerte de dar con un lugar que estaba lleno de huesos. Había huesos desparramados, y al intentar ver de qué se trataban estos huesos, empecé a levantar alguno de ellos y levanté una vértebra. Me dí cuenta de que se trataba de un dinosaurio completamente nuevo, de una familia que no habíamos encontrado antes, y por las características que mostraba pertenecía al grupo al cual me dedico que son los megaraptores”.
La emoción se alimentó de manera sostenida, porque “caímos en la cuenta de que este animal era gigante; que por el tiempo no sólo era el más nuevo, ya que en Estancia Anita afloran capas que son de la última parte de la era de los dinosaurios (hace unos 70 millones de años), y además era el más grande, y encima era de un grupo que no estaba en la zona; así que eran un montón de sorpresas”, detalló.
“Festejamos brevemente, porque la emoción era tan grande que nos pusimos como locos a buscar, a tratar de ver dónde estaba este esqueleto, a intentar recuperarlo. En cierto momento caímos en la cuenta de que el animal era tan grande que lo íbamos a tener que dejar, y con todo el pesar del mundo, lo dejamos varios meses. Volvimos, abrimos un pozo de 4 metros de largo por 4 de ancho, y un metro y pico para abajo. Fue un pozo gigante que nos llevó unos diez días logrado con el trabajo de muchas personas. Fue un trabajo muy arduo porque la roca es muy dura. Rescatamos todo el esqueleto. Tuvimos que sacar todo en perfectas condiciones obviamente, y después eso tuvo que ir hasta el museo donde lo vamos a terminar de limpiar, y lo estudiamos (CABA)”.
Luego el esqueleto del megaraptor debe ser cuidadosamente envuelto, “para que en perfectas condiciones llegue a la provincia de Santa Cruz (de regreso), sea expuesto en uno de los museos y forme parte del acervo paleontológico que tiene esta provincia”, explicó Aranciaga.
La idea de los científicos, conocedores del valor del descubrimiento, es “que sea no sólo visitado por investigadores y aficionados de todo el mundo, sino también por los santacruceños; que en su provincia se expongan estos fósiles y que la gente del lugar pueda apreciar y valorar todos esos tesoros que tiene Santa Cruz”, comentó el paleontólogo.
En cuanto al trabajo de campo luego de retirar el esqueleto, señaló que continuaron excavando por varios días y no encontraron nada más, “pero la zona después dio otros huesos pequeños, es decir, que esa especie está en esa formación (ese mismo lugar)”, por lo que tienen que seguir haciendo búsquedas. “Algo que suele pasar es que de una especie encontras un esqueleto y después, más de la misma especie que aportan otras partes de ese cuerpo; quizá la cola, las patas, y demás. Entonces nuestra idea es volver al lugar, y tratar de recuperar más partes” del megaraptor. Para “estudiar toda esa fauna y flora, ese ecosistema que quedó preservado en el lugar, que nos habla de cómo fue esta última parte de la era de los dinosaurios”.
Maite macrothorax es un animal de grandes dimensiones, “todo su grupo -el de los megaraptores- era el más grande de todos, tenía según nuestros estudios entre 9 y 10 metros de largo, y pesaba unas 6 toneladas, esto es una aproximación, pero sí es un animal muy muy grande”.
Las investigaciones
Las campañas de los científicos del CONICET, en la provincia de santa Cruz, se vienen realizando desde 1999.
El director de Investigaciones del CONICET, paleontólogo Fernando Novas, recordó algunas de las etapas y proyectos: “Hicimos descubrimientos en distintos lugares de Lago Viedma. Nos dirigimos al sur al Lago Argentino. A medida que avanzamos con la investigación, encontramos que, en el sur de El Calafate, en la Estancia Anita, existían fósiles de un enorme dinosaurio que nadie había extraído”.
Debido a que estaban trabajando en esa zona, viajaron al lugar en enero del 2019, llegaron y encontraron el “enorme esqueleto de un dinosaurio herbívoro, de unos 30 metros de largo; y en esa expedición el plantel de exploradores halló más material de otros dinosaurios”, compartió Novas.
“Vimos que la riqueza superaba esos fósiles de este enorme dinosaurio, retornamos en marzo y nos dimos cuenta que el yacimiento estaba lleno de cosas fascinantes, de distintos organismos que habitaron el extremo sur de la Patagonia, 70 millones de años atrás”, resaltó.
Novas les relató estos hallazgos a sus colegas de Tokio. Ellos le dijeron “que tenían ganas de venir”, y lo concretaron en marzo del 2020, momento en el que “empezó a entrar en escena la pandemia; en medio de la expedición tuvimos que interrumpir los trabajos para poder volver a nuestros hogares”.
Estos descubrimientos revisten importancia mundial, “porque lo que conocemos acerca de la extinción de los dinosaurios se concentra fundamentalmente en Norteamérica, Europa y Mongolia; es menor lo que conocemos de aquí en el hemisferio sur”.
Para finalizar, Fernando Novas valoró que con este hallazgo se logra “recabar información de los últimos 15 millones de años antes de la caída del meteorito en México, que causo efectos en la Patagonia y el extremo sur; estas son las cosas que investigamos y esperamos que continuemos así, no sabemos qué nos van a deparar las investigaciones”.
Fuente: Prensa Gobierno de Santa Cruz