En la recta final de la campaña, el Gobierno se fijó como meta apuntalar a los candidatos de siete provincias donde el resultado electoral estaría muy ajustado para Cambiemos. El presidente Mauricio Macri cree que con un refuerzo de la maquinaria partidaria se podrían ganar los comicios.
De esta manera, el denominado “operativo refuerzo”, como lo bautizaron en las últimas horas en la Casa Rosada, apunta a poner en juego toda una batería de iniciativas y actores del Gobierno para hacer la diferencia en favor de la alianza del PRO y la UCR en lo que resta de la campaña para las PASO y lograr algunos triunfos sorpresivos.
Entre las provincias que conforman este operativo liderado por Macri se encuentran Salta, Córdoba, Chaco, Buenos Aires, Tierra del Fuego, San Luis, Tucumán y La Rioja. Se trata, en algunos casos, de distritos manejados históricamente por el peronismo en los que el Gobierno cree que hay un “desgaste natural” del PJ en parte de la ciudadanía de esas provincias.