En un esfuerzo por fortalecer el desarrollo antártico, FINNOVA se reunió con autoridades del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) para analizar vías que potencien la integración del sector privado en la logística y operaciones en el continente blanco.

El COCOANTAR, creado el 25 de abril de 2018, depende orgánica y operativamente de las Fuerzas Armadas a través del Comando Operacional. Esta entidad se encarga de gestionar de manera centralizada todas las Bases Antárticas y refugios, en coordinación con la Dirección Nacional del Antártico, optimizando recursos y esfuerzos para garantizar el despliegue logístico y el apoyo a la actividad científica en la región.

“La misión del COCOANTAR es conducir las operaciones argentinas de forma permanente y continua en el sector Antártico Argentino y zonas de interés, asegurando el despliegue, el sostén en la cadena logística y el desarrollo de la actividad científica,” detallan sus autoridades. Este compromiso contribuye al cumplimiento del Plan Anual Antártico, piedra angular de la presencia argentina en el continente.

Las principales funciones del COCOANTAR incluyen el mantenimiento de instalaciones, la prestación de servicios a programas extranjeros y la administración de siete bases permanentes (Marambio, Esperanza, Belgrano II, Petrel, Orcadas, Carlini y San Martín) y seis bases temporarias (Melchior, Decepción, Matienzo, Primavera, Brown y Cámara). Las bases Carlini y Brown, en particular, son gestionadas conjuntamente con la Cancillería a través de la Dirección Nacional del Antártico.

La función de Tierra del Fuego en las campañas antárticas

El COCOANTAR tiene representación continua en la provincia por medio de un escalón logístico. Actualmente, cumple con su representación el Suboficial Principal Néstor Rubén González, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, quien es el nexo con los diferentes niveles de gobierno, instituciones como así también con el sector privado. Por otra parte, es el responsable de la gestión entre la Secretaría de Malvinas y Antártida, y los diferentes ministerios, en la selección de los futuros docentes Antárticos, como así también el personal de salud que cumple funciones de apoyo a partir de este año en el sector.

Tierra del Fuego participa con el apoyo a la actividad antártica desde el puerto de Ushuaia y su aeropuerto como escala obligada entre Buenos Aires y el sector Antártico Argentino.

También en lo que respecta a relevos de dotaciones y personal científico como el aprovisionamiento de los buques, y el aporte de mano de obra por parte del personal docente designado para cumplir funciones en la Base Antártica Conjunta Esperanza, como así también el personal de salud que está cumpliendo funciones en Marambio a partir de este año.

Además, una de las actividades principales es la evacuación de residuos antárticos y su posterior procesamiento y disposición final en Ushuaia, cumpliendo así con el protocolo de medio ambiente del Tratado Antártico vigente, entre otras cosas.

Argentina, pionera en Antártida

La experiencia argentina sobre el sector es precursora y fundadora de la actividad en el continente blanco. “Fue el primer país en asentarse en el año 1904 en la isla Laurie, Orcadas del Sur, y con dotación permanente de nativos argentinos en el año 1927. Con el correr del tiempo nombres como el de los Generales Pujato y Leal, los Comodoros Olezza, Marambio, la Patrulla Soberanía, el Vicecomodoro Kern y el primer aterrizaje en una pista preparada. Marambio, los navales Sobral y su proeza en la expedición del sueco Nordenskjöld, la heroica corbeta Uruguay con Julián Irizar, sin olvidar a Mottet, Fontana, el gran Giro, Tapper y la operación 90 -entre otros- por medio de sus hazañas hicieron del sector antártico argentino lo que hasta el día de hoy representa”.

Las bases argentinas en Antártida son trece, siete permanentes y seis temporarias. “Entre los trabajos más relevantes aparte de la rica actividad científica, uno de los trabajos que más resaltan en estos últimos años es la incorporación de los Módulos antárticos de hidroponía realizado por medio de un proyecto entre el COCOANTAR y el INTA de Santa Cruz, con producción permanente de vegetales frescos como, lechuga, rúcula, perejil, cilantro, orégano, rabanito entre otras”.

También se desarrollaron en este último tiempo varios proyectos relacionados al hidrógeno verde, y la concepción de la Base Antártica Conjunta Petrel, trabajo de ampliación y acondicionamiento que viene realizándose desde el año 2022, entre otras cosas.

El rol fundamental de sector privado en las campañas antárticas

“En este último tiempo fue fundamental, relevante y muy importante el aporte del sector privado y de la manera que se involucró con el desarrollo de la actividad antártica, fue y es de una manera muy comprometida”, aseguran desde COCOANTAR.

Como ejemplos podemos nombrar a las empresas TROMEN, PSA, MACTRAIL, FUNDACION y GRUPO MIRGOR, NEWSAN, SURTRUCK, TOYOTA MOTORS, FINNING, entre otras.

Tras la reunión, referentes de FINNOVA destacaron que “estamos convencidos de que fortalecer nuestra posición en la Antártida es esencial para el desarrollo de la provincia, teniendo en cuenta que de las cinco puertas de entrada a la Antártida, Ushuaia es la más cercana al Continente Blanco y que esta posición relativa nos debe empujar al constante desarrollo de políticas que conviertan a nuestra ciudad en un verdadero Polo Logístico Antártico, para acoger y dar servicio a todas las operaciones y expediciones, tanto públicas como privadas como así también militares, nacionales e internacionales, que tengan como destino la Antártida, para dejar de ser un centro de transbordo y pasar a ser la base de operaciones a nivel mundial”.

Es importante entender cuál es aquí el rol del privado, que muchas veces se mezcla cuando se habla de base naval integrada y polo logístico: “El Proyecto de la Base Naval Integrada está principalmente diseñado para cumplir con objetivos militares, pero no solamente eso. Acá la función también viene a alivianar el puerto comercial de Ushuaia, por lo que también irán operaciones navales argentinas y de los programas antárticos extranjeros que pueden ser militares y no militares. De esta forma, el actual puerto quedará destinado a lo comercial y turístico. La función es proporcionar soporte a las operaciones de la marina, incluyendo la preparación y mantenimiento de buques”.

Por otro lado, “el Polo logístico no es militar, sino que serían todas las actividades comerciales, productivas y de servicios vinculados a las actividades antárticas. Es el sector privado al servicio de las operaciones. Por supuesto que ambas están fuertemente vinculadas y se fortalecen de forma conjuntas. Contiene todas las cadenas productivas que se forman y encadenan para brindar servicios a la cuestión antártica. Por eso es importante la sinergia entre el público y el privado”.

En la reunión estuvieron presentes Ramiro Requejado, presidente de FINNOVA; Liliana Traverso, gerente de la fundación; y Alejandro Pagano y Fernando Chiesa, cofundadores de la entidad, quienes destacaron la importancia de seguir impulsando la colaboración entre el sector público y privado para fortalecer la presencia argentina en la Antártida

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