No caben dudas de que en la actualidad la gente viaja más que nunca. Las nuevas generaciones parecen haber decidido que el mundo es un lugar demasiado grande como para quedarse en casa, y la industria del turismo ha crecido muchísimo en las últimas décadas.

Pero no solo eso: también estamos en un momento en que poco a poco empezamos a tomar consciencia de que, para que el mundo pueda seguir funcionando, los seres humanos necesitamos estar más conectados con la naturaleza. Y también, tenerle más respeto.

Como conjunción de estas dos tendencias, nació el ecoturismo. Hoy, es el estilo de viajes que más está creciendo y el sector más dinámico del mercado turístico.

El ecoturismo, también conocido como turismo ecológico, es un estilo de turismo alternativo, diferente del tradicional o de masas. La principal diferencia es que, mientras que el turismo de masas da poca importancia a su impacto en el ambiente o la cultura del lugar de destino, el ecoturismo aboga por los viajes ambientalmente responsables.

Es decir, que el turismo ecológico no solo es una cuestión de elegir destinos naturales para las vacaciones. También es un estilo de viaje que hace referencia a su finalidad, principios, elementos que lo integran, sus objetivos y los beneficios que reporta.

La Sociedad Internacional de Ecoturismo (TIES) indica que, para ser considerado como ecológico, el turismo tiene que respetar siete principios:

1. Minimizar los impactos negativos, para el ambiente y para la comunidad, que genera la actividad;
2. Construir respeto y conciencia ambiental y cultural;
3. Proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones;
4. Proporcionar beneficios financieros directos para la conservación;
5. Proporcionar beneficios financieros y fortalecer la participación en la toma de decisiones de la comunidad local;
6. Crear sensibilidad hacia el clima político, ambiental y social de los países anfitriones;
7. Apoyar los derechos humanos universales y las leyes laborales.

Los destinos elegidos son principalmente naturales, y en general lo más vírgenes posibles. En este sentido, los Parques Nacionales son muy buscados y cada vez más sitios se están convirtiendo en zonas protegidas.

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Del mismo modo, los ecoturistas también buscan conectar con las costumbres y la cultura de los lugares que visitan, sin querer imponer su propia visión del mundo. En este sentido, este tipo de turismo busca la participación activa de las comunidades locales en la prestación de servicios al viajante. Esto, por supuesto, les representa una ventaja económica.

El ecoturismo propone toda una manera no sólo de viajar, sino también de vivir. Por eso, quienes practican este tipo de turismo realizan actividades que sean lo menos dañinas posibles para el medioambiente, por ejemplo, hacen senderos a pie o en bicicleta en lugar de usar el coche, no producen basura en parques nacionales, etc.

En líneas generales y así visto, el ecoturismo es una tendencia que aparece como la solución a los desastres naturales del turismo.

Fuente Bioguía

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