Página/12 – “A Cristina hay que meterla presa”. La sentencia fue pronunciada por el presidente Mauricio Macri en una reunión privada en Barrio Parque con el empresario Cristóbal López en la mañana en la que se realizaba la primera vuelta electoral de 2015.

López se negó a prestar su canal C5N para avanzar en esa persecución y poco después se le “declaró la guerra” y recibió varias “apretadas” por parte del operador judicial del macrismo, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, que terminaron con él y su socio Fabían de Sousa detenidos hasta la semana pasada .

Esa es la versión de la historia que contó López ante la jueza federal María Servini como testigo en la causa por espionaje contra los integrantes del Grupo Indalo que presentó su socio, Fabián De Sousa.

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