La Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en conjunto con la Administración de Parques Nacionales impulsan la conformación de dos nuevas áreas marinas protegidas a través de un proyecto de ley presentado hoy en un acto en Casa de Gobierno.
Se trata de las áreas Yaganes y la ampliación de Namuncurá-Banco de Burdwood que, con su incorporación al Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas, incrementarán la superficie marina costera llevándola a 155.918 km2 y constituyen el primer paso para lograr la protección del 10 % de dichas zonas.
Este espacio conforma la ecorregión más grande del país y representa aproximadamente un tercio del territorio nacional. En ese sentido, el Sistema Nacional de Áreas Marina Protegidas implica un salto cualitativo en términos de conservación, mediante la protección de la riqueza biológica oceánica.
Nuestro mar cumple roles en la regulación climática, en la generación de oxígeno y en la captación de energía solar. Además, desempeña un gran número de funciones para el sustento y bienestar de la sociedad, como la producción de alimentos, los ciclos de nutrientes, la regulación de gases de efecto invernadero, la depuración de sustancias contaminantes y el turismo. Su uso no sostenible y el cambio climático son un riesgo creciente que amenaza su preservación, por lo cual deviene prioritaria la adopción de medidas de conservación y utilización sostenible de la biodiversidad del océano.
Argentina suscribió a nivel internacional la meta de conservar al menos el 10% de sus zonas costeras y marinas para el año 2020. Este objetivo se encuentra previsto en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, así como en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Desde Ushuaia, los buques pesqueros suelen salir con redes de 250 a 1.000 metros. Con esas mallas capturan 1.000 toneladas de merluza de cola, polaca y merluza negra. Son buques de “altura” porque pueden pescar a 200 millas de la costa, donde termina la Zona Económica Exclusiva argentina.
Al año, 15.000 albatros que sobrevuelan los buques mueren al quedar atrapados en las redes cuando son recogidas; un 10% de la merluza de cola capturada no se aprovecha porque son piezas chicas; y miles de presas que no son el propósito de la pesca también son capturadas.
El informe de la Administración de Parques Nacionales concluye que las redes dejan una huella en el fondo del mar y arrasan con invertebrados, como corales, esponjas, medusas y estrellas de mar. Cuando el daño se perpetúa, hablan de “huellas de mar muerto”.
A esto se le suma la pesca ilegal: unos 400 buques de otros países se ubican en el límite de la milla 200 (unos 370 km), entran y salen de la jurisdicción nacional sin permiso. Esa sobreexplotación pone en jaque la biodiversidad del océano porque provoca desequilibrios en la cadena de alimentación: 59 tipos de aves, peces, tortugas y mamíferos están tipificados como amenazados de extinción, de acuerdo al listado elaborado por la ONG The Conservation Land Trust Argentina (CLT).
A la dificultad que de por sí implica controlar la pesca a lo largo de 5.800 kilómetros de costa argentina y una superficie de 1.500.000 de km2 (36% del territorio nacional), se le suma una realidad categórica: en el 97% del mar nacional está permitido pescar. Es decir, apenas el 3% está protegido. Ese porcentaje está en sintonía con el promedio mundial de 3,7% que relevó el Instituto de Conservación Marina.
“Argentina necesita llevar rápidamente su mar protegido al 10% y empezar a pensar en alcanzar un 20%”, afirma Martina Sasso, líder del programa de Conservación Marina de CLT, que impulsa la campaña Sin Azul No Hay Verde.
La salud de los océanos es determinante para el planeta y resulta sencillo de argumentar con cifras: absorben el 90% de la radiación solar, generan el 50% del oxígeno, concentran el 80% de la biodiversidad del planeta y el 40% de la población depende de la variedad de vegetales y animales marinos y costeros.
Sin embargo, la salud de los océanos está justamente en duda: el agua es un 32% más ácida que antes de la revolución industrial, hay 13 mil trozos de plástico por km2 y el 31,4% de las poblaciones de peces de interés comercial están sobreexplotadas, según la Organización de las Naciones Unidas.
El 23 de noviembre de 2017, el Gobierno envió a Diputados un proyecto de ley para crear dos áreas marinas protegidas. Una, Yaganes, estaría 90 millas al sudeste de Ushuaia y abarcaría 69.000 km2, casi la misma superficie que Formosa.
La otra, Burdwood II, se ubicaría al este de la Isla de los Estados y al sur de las islas Malvinas. Tendría 28.900 km2, como la superficie de Misiones, y sería una ampliación de Burdwood I, la única reserva estrictamente marina que tiene el país, creada en 2013.
“Con esas dos nuevas áreas se alcanzará una protección de alrededor del 10% del Mar Argentino”, asegura Javier García Espil, director nacional de Biodiversidad y Recursos Hídricos.
Yaganes está en los inicios de la corriente de Malvinas, que se mueve hacia el norte y la describen como la columna vertebral del Mar Argentino. Es un área de conexión física y biológica entre el Pacífico y el Atlántico. Los biólogos la ejemplifican como un supermercado de aguas frías, profundas y rico: hay desoves, reproducción y alimentaciones de especies carismáticas, como pingüinos, lobos y elefantes marinos. La zona es importante, además, para dos especies amenazadas: el albatros errante y la ballena fin.
En Burdwood II el propósito es salvaguardar una muestra bien conservada de hábitats de alta profundidad para proteger especies raras o con funciones clave en el ecosistema, como esponjas y corales. También incluye sectores de reproducción de peces de interés comercial, como la polaca, merluza negra y sardina fueguina. Y ayudaría a preservar a los pingüinos de penacho amarillo, cachalotes, delfines, petreles y albatros.
La propuesta enviada por el Gobierno al Congreso es el primer paso de un plan más ambicioso elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que prevé cuatro áreas protegidas más: una frente a la Península de Valdés, en Chubut; otra frente a la costa bonaerense, entre Bahía Blanca y Viedma; una tercera al sur de Rawson y al norte de Comodoro Rivadavia; y una cuarta denominada Agujero Azul, en el límite de la milla 200.
Sin embargo, para que puedan avanzar habrá que generar un mayor consenso con el sector pesquero. En ese sentido, un informe de la Subsecretaría de Pesca y Agricultura analiza la actividad pesquera en las áreas protegidas que impulsa Ambiente y señala que en esas zonas operan 541 buques (de una flota total de 1.020 barcos) y se produce el 25% de la actividad pesquera anual del país, por lo que advierte sobre la posibilidad de un “alto nivel de conflictos”.
Ese informe hizo justamente que el Ejecutivo redujera a dos las áreas marinas incluidas en el proyecto que envió al Congreso: Yaganes y Burdwood II. Esas áreas son las que tienen menos actividad: apenas 6 y 10 buques, respectivamente.
De todos modos, empresas del puerto de Ushuaia, que prefirieron no polemizar públicamente respecto de la iniciativa, sugirieron que si bien en Yaganes, por ejemplo, se genera sólo el 0,23% de la actividad pesquera nacional, para Ushuaia puede ser significativo porque un pesquero emplea en el puerto a 80 personas por turno para embalar la pesca en contenedores.
“Estados Unidos avanza en la protección de su mar y es una potencia pesquera, lo que demuestra que conservar océanos no va en contra de los intereses económicos”, apunta Alex Muñoz, director para América Latina de Pristine Seas, el proyecto de la National Geographic Society que participó en la creación, a nivel mundial, de áreas protegidas marinas por 5 millones de km2. De acuerdo a un relevamiento del Banco Mundial, Estados Unidos tiene algún tipo de protección sobre el 41% de su mar.
Muñoz destaca que Chile, un país donde la pesca es importante para su economía, sumó en los últimos años 900 mil km2 de parques marinos protegidos. Hoy posee un 32% de su mar bajo un sistema de conservación estricto. “Justamente porque es un país con tradición pesquera sabe que la sobreexplotación es lo que hizo agotar recursos, como el jurel, que en menos de 15 años su pesca descendió en un 95%”, apunta Muñoz, que vive en Chile.
La propuesta oficial para Yaganes es que su lecho sea una reserva estricta. Mientras que la columna de agua tendría dos tipificaciones. La porción más grande, de 55.600 km2, la que está más al sudeste del continente, sería parque nacional, por lo que se autorizarían trabajos científicos, educativos y turísticos. La columna de agua más cercana a Ushuaia, de 13.400 km2, pasaría a ser simplemente reserva, por lo que admitiría incluso la pesca sustentable.
Burdwood II, en tanto, tendrá cerca de tres cuartas partes como reserva estricta y un cuarto de su superficie, la más cercana al continente, como reserva, por lo que admitiría actividades como la pesca moderada.
El esquema de uso debe ser elaborado por Parques Nacionales una vez aprobada la ley, con la obligatoriedad de que el plan de gestión debe ser hecho con la participación de los actores sociales, económicos y culturales. “El plan de manejo tiene que identificar las amenazas y definir las estrategias para minimizar esas amenazas. Y definir claramente objetivos de conservación a cumplir”, adelanta Emiliano Ezcurra, vicepresidente de Parques Nacionales.
Ezcurra reconoce que para llevar adelante el plan será necesario crear un área específica dentro de Parques Nacionales, conformada por oceanógrafos, biólogos marinos y abogados y economistas especializados en pesca. Mientras que la vigilancia, para garantizar el cumplimiento de las restricciones, se harácon barcos y equipos de Prefectura, la Marina y el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero.
En caso de aprobarse la ley y de instaurarse las dos nuevas reservas, un tema no menor será la discusión presupuestaria, ya que, según el Ministerio de Ambiente, poner un barco en campaña cuesta alrededor de U$S 10.000 por día.
María Fernanda Rossi
Fuentes: parquesnacionales.gob.ar; redacción.com.ar