Una fundación argentina lidera una alianza global para replicar la resistencia a través de la cual Tierra del Fuego logró regular a la industria de la salmonicultura. Se trata de la Alianza Global Contra las Salmoneras (GSFR por sus siglas en inglés), impulsada por la Fundación Por El Mar (PEM).
El 30 de junio de 2021, Tierra del Fuego hizo historia al regular por ley la salmonicultura en la provincia, convirtiendo a Argentina en el primer país del mundo en frenar la actividad.
Frente a la amenaza de la instalación de la industria en el Canal Beagle la comunidad de Tierra del Fuego se unió para expresar un firme y enérgico rechazo, sabiendo que esta actividad implicaba un gran riesgo para la vocación turística y el ecosistema marino de toda la región.
Es porque el modo de producción intrínseco de la cría de salmón en el mar implica el hacinamiento de estos dentro de gigantescas jaulas. Estas condiciones son propicias para el desarrollo de parásitos y patógenos, y contaminan el agua por generar y requerir nutrientes y químicos en cantidades tóxicas, generando “zonas muertas” en el océano. Y estos son sólo algunos de los impactos.
Para la comunidad sobraban motivos para detener a esta industria mortífera. Luego de dos largos años de campañas impulsadas por ONGs, la sociedad civil y activistas independientes, Argentina aprobó la ley que reguló a la industria de la salmonicultura, e impidió que se instale en el único territorio del país viable para esta actividad: la provincia de Tierra del Fuego. El proyecto de ley fue apoyado por una histórica acción impulsada por instituciones, organizaciones, la comunidad local, ciudadanos chilenos, entre ellos, representantes de la comunidad Yagán de Bahía Mejillones. Remaron todos juntos, en el Canal de Beagle, desplegando desde sus kayaks una bandera con el mensaje “No a las salmoneras”, que se convirtió en el símbolo de la campaña.
La aprobación de la ley culminó un proceso de lucha sin precedentes que inspiró la creación de un movimiento con más de 70 miembros en 15 países alrededor del mundo, la Global Salmon Farming Resistance. Esta alianza está integrada por ONGs, científicos, activistas e individuos independientes unidos por el objetivo de liberar a los océanos de los feedlots de salmón.
La experiencia argentina fue fundamental para la formación de esta red: “La noticia de Argentina llegó a todos lados y los que están en el tema saben que fue un éxito sin precedentes. Hay gente que viene luchando hace años en contra de esta industria en su propio país, sin tener casi conexión con las luchas de otros lugares. Poder pertenecer hoy a una alianza internacional, impulsada por el éxito de nuestro país y poder compartir experiencias y esfuerzos, es algo que no imaginaban” cuenta Catalina Cendoya, quien dirige el proyecto de la GSFR desde la Fundación Por El Mar (PEM).
La GSFR trabaja con cuatro líneas de acción: impulsa y financia campañas locales; amplifica el alcance de las campañas locales para que tengan impacto global; genera consciencia de la problemática a nivel mundial; y funciona como un espacio de trabajo en red para intercambiar información y experiencias.
Cendoya reflexiona sobre la tarea que llevan adelante desde la alianza:
“La industria salmonera es una industria global. Opera en diversos países, y en todos, surgen los mismos problemas. Nuestro lema “Problemas globales, soluciones locales” refiere a que las campañas locales pueden tener un impacto global cuando se amplifican a través de la colaboración. Fue precisamente a partir de una campaña local que la GSFR pasó a convertirse en un movimiento mundial, gracias a la ayuda de activistas de todo el mundo”, explica Cendoya.
“Este año participamos en un evento sobre el salmón en Islandia, para contar un poco sobre nuestra campaña y lo que hacemos hoy como GSFR. La gente conocía el caso de Argentina y nos felicitaba, pero simplemente no podía creer la dimensión de la alianza y el trabajo que venimos realizando para que los demás países también puedan lograrlo”, comparte Catalina.
Campañas en distintos mares del mundo
Cendoya resalta que cada uno de los 15 países que forman parte de la alianza se encuentra en una situación diferente.
“Luego de lo que pasó en Argentina, el gobierno ilegítimo de las Islas Malvinas y el Estado de Washington en Estados Unidos prohibieron las granjas a red abierta en el mar. Y en Columbia Británica, Canadá, se lanzó un plan para sacar las granjas del agua para el 2025.”
Pero hay países que van en el camino opuesto. “El gobierno de Tasmania, en Australia, lanzó un plan a finales del año pasado para duplicar la industria para el 2030. En Chile, donde la industria del salmón es la segunda en importancia a nivel nacional, las granjas de red abierta se encuentran incluso en áreas protegidas; en Escocia sucede lo mismo.”
Sin embargo, la situación en Chile puede cambiar. El pasado 22 de septiembre el gobierno anunció que quedan suspendidas las nuevas concesiones a granjas de salmón en áreas protegidas que no cuenten con un plan de manejo. “Si bien esto no afecta a las más de 400 concesiones que ya están operando en áreas protegidas, se abre una ventana de oportunidad para multiplicar esfuerzos y reforzar la lucha.”
“Nuestro desafío está en apoyar y financiar cada una de esas luchas, y encontrar campañas que funcionen en el territorio para potenciarlas. Hay muchas maneras de abordarlo.”
Una de las destacadas campañas actuales es la llamada Off The Table (Fuera de la mesa), coordinada por WildFish, una de las organizaciones miembro (proveniente del Reino Unido). “La campaña busca concientizar sobre los daños de la industria del salmón, y pide al sector hotelero y gastronómico que elimine el salmón de cría industrial de sus menús.”
De hecho, en las acciones realizadas en Argentina, la presencia del sector gastronómico resultó fundamental: “El apoyo de los chefs fue un factor primordial, se unieron chefs reconocidos como Francis Mallmann, Narda Lepes y Lino Adillón, quien aún sigue ayudándonos en la lucha, ya que se hizo miembro de la alianza y apoya activamente esta campaña”.
Adillón, del restorán Volver de Ushuaia, es uno de los chefs que han promovido en Argentina quitar el salmón de las cartas. “Cinco años atrás, sacamos el salmón de nuestros menús, durante la campaña Ushuaia dice no a las salmoneras, impidiendo que la industria del salmón invada el Canal de Beagle. Nunca es demasiado tarde para generar cambios, por eso los invitamos a que se sumen a la campaña Fuera de la mesa (Off the table)”, convoca Adillón.
Desde GSFR trabajan para potenciar este tipo de acciones: “Además de darle apoyo internacional a Fuera de la mesa (Off the table) en Reino Unido, ayudamos a replicarla en otros países, por ser relevante en todos ellos. Ya está en marcha en Islandia y en Tasmania, y esperamos que inicie pronto en Canadá y Estados Unidos”, añade Catalina.
Catalina valora el trabajo realizado y los proyectos nuevos: “La alianza viene creciendo a pasos agigantados: cada vez somos más miembros, con más proyectos, acciones y campañas. Nuestro objetivo es seguir apoyando a cada uno y fortaleciendo todas las líneas de acción”.
Si querés saber más acerca de la GSFR o querés ser parte como fundación o activista podés contactarte a través del instagram en https://www.instagram.com/the_gsfr/ o a info@thegsfr.com.