En menos de dos meses, la capital santacruceña sumó miles de contagios y dos docenas de decesos. El promedio de casos diarios llegó a 92 en los últimos 11 días. La falta de responsabilidad individual, de preparación para sumar personal y camas de terapia intensiva ante la llegada del virus, de control y anticipación.

El brote de casos de Covid-19 en Río Gallegos, epicentro que esparció el virus en por ahora en cinco localidades, no se explica solamente con cifras pero sí muestran claramente cómo un conjunto de factores incidieron en que desde el brote del 14 de julio (fecha oficial del ministerio de Salud) hasta el jueves 10 de septiembre, el promedio de casos diarios aumente de 24 a 92 en menos de dos meses en una población con casi 200 mil habitantes.

Por eso hay que empezar desde el principio aunque parezca obvio.

Fecha del brote

La multiplicación de casos comenzó el 14 de julio cuando el ministerio de Salud informó un positivo, señalado luego como un camionero que provenía desde Tierra del Fuego (y que tristemente fue señalado con su foto en la portada de un diario local).

Pero el 4 de julio, la comunicación oficial ya había informado sobre cuatro nuevos casos -luego de muchas semanas sin positivos- en la capital santacruceña.

Se trató de trabajadores esenciales subcontratados por Movistar que llegaron desde Buenos Aires. Entonces, 10 días antes de la fecha del supuesto brote, hubo cuatro personas que sin control- advertido por el propio COE de Río Gallegos -que no contaba con ninguna lista de trabajadores esenciales que ingresaban- deambularon por la ciudad libremente, sin realizar correctamente el aislamiento. Esta fue la filtración en la represa.

El fin de semana que siguió a la fecha del brote oficial, los casos se dispararon, con 52 y 43 casos el sábado y domingo respectivamente. Y el gobierno anunció los controles exhaustivos en el ingreso a la provincia de Santa Cruz, algo que no se había advertido semanas atrás. La explicación de que no hubo control de ingreso de esenciales a Río Gallegos, radica en que en Caleta Olivia, la puerta de ingreso y constante flujo vehicular con Comodoro Rivadavia, no hubo brote. A la fecha, cuenta con solo 6 casos activos, de los cuales dos son de Tres Cerros.

  • Martes 14 – 1 positivos
  • Miércoles 15 – 12 positivos
  • Jueves 16 – 20 positivos
  • Viernes 17 – 25 positivos
  • Sábado 18 – 52 positivos
  • Domingo 19 – 43 positivos

Esta fotografía epidemiológica expone los contagios sucedidos de 10 a 14 días antes. Por ende, la cantidad de casos diarios del sábado 18 de julio, que fue superada justamente un sábado pero del 15 de agosto, casi un mes después- no correspondía indudablemente al mismo nexo epidemiológico del camionero, sino de los trabajadores contratados por Movistar.

Tal es así, que el propio Infectólogo, Marcelo Casaro, internado actualmente por contraer coronavirus, señaló en una nota publicada por TiempoSur el 19 de julio, que “era indudable que ya existía transmisión comunitaria”.

DISPO CON MEDIDAS ASPO

Entre el sábado 18 de julio (pico de casos) y el sábado 15 de agosto, hubo un retroceso de DISPO a fase ASPO- aislamiento social preventivo y obligatorio, decretada el 1 de agosto y que estuvo vigente hasta el domingo 16 de agosto.
Las fechas son importantes, porque un día cambia todo de acuerdo a profesionales de la salud. El 19 de julio y con el fin de evitar las reuniones sociales por el “Día del Amigo”, y ya que se transitaba una fase DISPO que permitía reuniones sociales, se anunció dentro de la misma fase, un decreto que prohibió los encuentros, restringió las salidas según DNI, y restricción de comercios no esenciales.

Este decreto estuvo vigente hasta el 31 de julio, y no pudo aplanar la curva. Desde el lunes 20 de julio hasta el 31 de julio incluido, hubo 446 casos y el promedio que era de 24 diarios, trepó a 37 casos por día en dicho lapso.

SÓLO ASPO

Desde el 1 de agosto y a la fecha, se transita la fase ASPO, que primero impidió la apertura de locales no esenciales, y que por el reclamo del sector, los exceptuó. Sucede que los casos positivos no fueron producto del funcionamiento de los negocios, sino por reuniones sociales.

Desde el 1 de agosto, y hasta el 16 de agosto, vigencia del primer Decreto ASPO, hubo 484 casos, cuyo promedio bajó a 30, 5 casos diarios. Fue el único tramo en el cual las cifras en promedio diario, aunque mínimamente, bajaron.

En el segundo tramo de disposición ASPO, que va desde el 17 de agosto hasta el 30 de agosto, hubo 664 casos, y con la lamentable cifra de 16 muertos en Rio Gallegos. El promedio volvió a subir, esta vez a 47,2 casos diarios en promedio.

El 1 de septiembre, con un contexto nacional de brote en muchas provincias del país, se extendió en la capital santacruceña por tercera vez la disposición ASPO.

En 11 días, hubo 1.049 casos en Río Gallegos, con el récord de casos diarios desde que comenzó la pandemia para el jueves 10 de septiembre con 141 positivos. El promedio diario, aumento a 92 en este tramo.

  • Lunes31/8 – 38 positivos
  • Martes 1/9 – 60 positivos
  • Miércoles 2/9 – 108 positivos
  • Jueves 3/9 – 84 positivos
  • Viernes 4/9 – 101 positivos
  • Sábado 5/9 – 112 positivos
  • Domingo 6/9 -51 positivos
  • Lunes 7/9 – 109 positivos
  • Martes 8/9 – 93 positivos
  • Miércoles 9/9 – 152 positivos
  • Jueves 10/9 – 141 positivos

La regla también es matemática: a medida que se incrementa los casos, más posibilidades existen de que aumenten los pacientes en grupo de riesgo y con enfermedades preexistentes, que conforman el 5% que necesita si o si internación en Terapia Intensiva.

En 10 días hubo siete muertes por Covid-19, y son 24 en toda la provincia, pero de estos, 20 son de Río Gallegos. La mujer que falleció este jueves tenía 40 años, presentaba comorbilidades y era una paciente que se estaba recuperando del virus, de acuerdo a información oficial.

INTENTO DE EXPLICACIÓN

Como se dijo anteriormente, no existe una sola variable, como la falta de control en trabajadores no esenciales que ingresaron a Río Gallegos, que permitió una escalada del virus.

Durante el anterior detalle de casos, hay que advertir datos claramente objetivos:

  • En cinco meses no se analizó cómo incrementar las camas de Terapia Intensiva al punto del colapso, ante la llegada de un virus que lo hizo de forma tardía en Santa Cruz. No hubo preparación.
  • No se analizó que los trabajadores de la salud, médicos, limpieza, enfermeros, y administrativos, iban a ser los primeros contagiados al ser la primera barrera de contención del Covid-19. El primer pedido de terapistas, fundamentales en la asistencia de casos agravados, lo realizó la gobernadora Alicia Kirchner recién el 13 de agosto. Falta recurso humano a tal punto, que todavía subsiste el reclamo de enfermeros para solicitar la contratación de más colegas en un contexto en el cual otras provincias no pueden enviarlos en demasía debido al contexto nacional. No hubo anticipación.
  • El Hospital Militar anunciado en julio como espacio para contener pacientes y sumar camas, no está en funcionamiento y no se conoce cuándo lo estará. El motivo: no hay profesionales que puedan brindar atención. No hubo coordinación.
  • Al día siguiente de que se informó sobre los contagios de los cuatro trabajadores de Movistar – que fueron denunciados ante la justicia federal por el gobierno provincial, el COE local aclaró no sólo que no era su responsabilidad el control de los no esenciales que ingresaba a la ciudad, sino que nunca tuvieron disponibles ninguna lista de trabajadores esenciales que debían realizar la cuarentena de 14 días según el protocolo y que debían ser monitoreados. Fue tan claro, que la Secretaria de Coordinación municipal, Claudia Picuntureo en un comunicado oficial sostuvo que el Municipio muchas veces se entera de los ingresos particulares a través de familiares o por la “buena onda” de algunos efectivos policiales apostados en Güer Aike, puerta de ingreso a la ciudad. No hubo control.
  • El 31 de agosto renunció al ministerio de Salud, el Dr. Juan Carlos Nadalich por “motivos personales”. La fecha coincide con el mismo día en el cual el gobierno provincial anunció la extensión de medidas ASPO hasta el 20 de septiembre. Ese día por la mañana, Nadalich en funciones, recibió el reclamo delos enfermeros que pedían más personal. A la tarde, renunció. Su salida no causó obviamente más casos, pero sí expuso las diferencias en cuanto a la toma de decisiones en el ámbito sanitario. Un ejemplo: diferencias marcadas con el Director Asociado del Hospital, Dr. Javier Lerena. Justamente este médico, tuvo declaraciones en los medios que fueron altisonantes y no ayudaron al contexto crítico: trató de lacras a un gremio que pedía mayor recurso humano, y expuso que el nuevo ministro de Salud, Dr. Claudio García, es “más de lo mismo”, en una reunión por zoom que mantuvo con integrantes del COE local. No hubo gestión.
  • El brote de casos se incrementó en las últimas semanas en coincidencia de no sólo el cansancio de la cuarentena, lo cual no se justifica pero es un factor importante, sino que además fue ayudado por el aumento de la temperatura. Los días con promedio de 15 grados, difieren de las temperaturas bajo cero que permitían al menos contener a las personas en sus viviendas. Durante esta semana fue común ver paseos familiares y de jóvenes en la Costanera local. Si bien el virus no se trasmite por el aire, sí es probable que haya contagios cuando hay aglomeración de personas. Esto también incluyó aumento de reuniones familiares. No hay responsabilidad individual.
  • El gobierno sí instaló puestos fijos de hisopados, salió a buscar el virus en los barrios con el Plan Detectar y pudo encontrarlo. Desde el 1 de agosto se hisopó más, a personas que tengan dos síntomas como mínimo, y se encontraron más casos. Pero son los asintomáticos, los que también trasladan el virus, y allí se recae nuevamente en la responsabilidad social e individual de realizar el aislamiento por sí solo, si se está en conocimiento de que se estuvo un contacto estrecho con una persona que dio positivo.
  • El jueves 10 de septiembre, todo el equipo del ministerio de Salud realizó una conferencia de prensa vía Zoom, luego de casi dos meses del brote. La primera pregunta que se le leyó al ministro Carlos García, fue qué medidas analizaban para luego del 20 septiembre, cuando finalizara el decreto actual si los casos no disminuían. García si bien apuntó a la responsabilidad social e individual, que es importantísima, añadió que el asilamiento por ahora es la única medida.

Foto de portada: David Leopoldo Godoy

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