Capitán Campos – Al pensar en todo lo que brindó el gobernador Campos a la Tierra del Fuego, es posible que se llegue a la conclusión de que este pionero ha dejado una marca imborrable en la población y esa conclusión, claro que es cierta. Pero esa marca, ese toque especial del capitán, no solo quedó en los vecinos de la isla grande.

Con el repaso de los innumerables testimonios de sus parientes más allegados, se puede inferir -sin el menor temor a equivocarse- que don Ernesto Manuel ha provocado admiración en propios y extraños.

En el inicio del año 2018, una de sus nietas, Cecilia Daviou Campos, quien vive en la provincia de Tierra del Fuego hace 16 años, estuvo presente en el cementerio de la capital provincial en conmemoración de los 31 años de la desaparición física del mandatario. En aquél entonces, la actual gobernadora Rosana Bertone había asegurado que Campos había sido “el mejor gobernador de la historia fueguina”.

Ernesto Manuel Campos estuvo frente a la Casa de Gobierno entre 1958 y 1963, y ha sido considerado un político revolucionario, un visionario sobre las potencialidades de la Tierra del Fuego.

Cecilia Daviou Campos reconoció que “siempre es emotivo estar cuando se hacen estos actos, sobre todo por mi abuelo. Encontrándome con la gente que lo conoció, termino conociendo anécdotas de él que no conocía y es una emoción muy grande”. 

Me sorprendió muchísimo, reveló la nieta de Campos al recordar las palabras de la gobernadora Bertone durante aquel acto. “Me emocioné, se me cayeron un par de lágrimas cuando la escuché porque es muy fuerte que haya sido tu abuelo”.

Daviou Campos hizo un breve repaso por las historias que contaba su abuelo y afirmó que “hay un montón. Era una persona que caminaba las calles, hablaba con la gente que vivía acá todo el tiempo y siempre preocupado para ver en qué podía ayudar: si necesitaban un terreno, si necesitaban una ruta, el hospital o cuando veía que ésta tenía que ser una provincia turística. Hacer hosterías en la zona de Ushuaia, traer un catamarán -hizo traer “El Barracuda”, el primer catarán que navegó las aguas del Beagle, sobre un buque de la Armada Argentina- y todo así, hay un montón de historias alrededor de él”.

Fue un visionario realmente, un gran estadista, pero por sobre todo creo que en lo que más tuvo éxito fue con su honestidad, porque siempre trabajó de esa manera, sin querer cobrar el sueldo -lo tenían que ‘obligar’- ni tampoco quiso cobrar la jubilación de privilegio, ni quiso tener un auto cuando se lo mandaban para que lo use acá (en Ushuaia). Era así, una persona muy sencilla y muy trabajadora”, reafirma con evidente orgullo.

Consultada por sus últimos días lejos de la provincia, ya que el gobernador Ernesto Manuel Campos finalmente falleció en Córdoba, su nieta apuntó: “Falleció después de cuatro años de pelear con una larga enfermedad y lo último que él dijo fue ‘Ushuaia’, estaba en la cama, acostado y no sé por qué habrá sido que él habrá pensado en Ushuaia en sus últimos momentos, pero dijo ‘Ushuaia’ y siempre nos había dicho en vida que él quería estar enterrado acá, con los pies mirando al Beagle”.

Cuando murió en el en el año 1987 se lo trajo a Ushuaia, en un avión de la Armada Argentina, para que quede acá, como él quería”.

Cecilia repasó su infancia junto a su abuelo y si bien no recuerda muchas historias sobre el trabajo de Campos como gobernador, pues era apenas una niña cuando el Capitán falleció, sí reconoce la lucha constante “por los límites con Chile y por las Malvinas”, evidenciando el enorme sentido de soberanía que Don Ernesto Manuel tenía respecto a la provincia grande.

Pensó en todo”, resumió Cecilia durante la entrevista. “En tan pocos años que gobernó, él inició sus obras y hoy en día las seguimos disfrutando todos”.

 

María Fernanda Rossi

 

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