La vigésimo quinta edición de la cumbre del cambio climático celebrada en Madrid concluyó en lo que la mayoría de los participantes señalan como un fracaso. Según las fuertes críticas, el evento no cumplió con el urgente objetivo de lograr acuerdos para reducir de forma inmediata las emisiones de gases de efecto invernadero.

La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática” señaló el secretario general de la ONU António Guterres a través de un comunicado publicado al cierre de la COP25, la vigésimo quinta edición de la cumbre del cambio climático que se celebró en Madrid. El malestar del jefe de la ONU no es exclusivo ya que la mayoría de los participantes de la cumbre se han manifestado en el mismo sentido, considerando que la misma no alcanzó las expectativas y que lo poco acordado en ella no se corresponde con las necesidades urgentes que afrontamos para combatir el cambio climático.

El año 2019 ha sido uno de los más calurosos de la historia de la humanidad. Se han registrado récords de temperatura y todo indica que se batirá uno nuevo en emisiones de dióxido de carbono. Los compromisos que se esperaban en la COP25, en especial de parte de las naciones más contaminantes, apuntaban a una drástica reducción de emisión de gases de efecto invernadero en orden de mantener las posibilidades de alcanzar un techo de aumento de temperatura global de 1,5 grados centígrados. Sin embargo esta meta parece encontrarse mas lejos que nunca. “No hay ningún compromiso para que los países tengan que presentar objetivos más ambiciosos el próximo año y con lo que han presentado llegaríamos a un aumento de temperatura global de más de tres grados”, cuestionó Mar Asunción de la organización Word Wildlife Found.

Gran parte de las críticas apuntan a la falta de voluntad para lograr los acuerdos, pero también se ha cuestionado el rol de Chile como organizador y de su ministra de medio ambiente Carolina Schmidt como presidenta de la cumbre. Alex Muños Wilson, director del programa Pristine Seas de National Geographic publicó en su perfil de Facebook que “el tema principal para este año era regular los mercados internacionales de carbono de una manera que no atentara contra el Acuerdo de París e incentivara la reducción de emisiones. La Presidencia de la COP a cargo de Chile presentó un borrador de acuerdo que abría una puerta al mercado de carbón de doble conteo que permitiría a una país como Brasil usar sus créditos de carbono y al mismo tiempo venderlos a otro. Es decir que la misma tonelada de carbono sería contada dos veces” y agregó que “al final no hubo acuerdo sobre este tema y tendrá que ser discutido el próximo año, cuando esperábamos concentrarnos solo en los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora tendremos que gastar mucho tiempo en resolver el tema pendiente del mercado de carbono”.

Carolina Schmidt

Según Wilson “la ministra de medio ambiente de Chile desempeñó un papel muy deficiente como presidenta de la conferencia y ha sido criticada por negociar durante grandes pasajes a puerta cerrada con los grandes países contaminantes y dar la espalda a todos los países más pequeños y vulnerables”.

La misma ministra ha reconocido que no estaba satisfecha con los resultados, a pesar de haber “puesto corazón y esfuerzo por buscar acuerdos”. La funcionaria chilena pidió, en su discurso de clausura, dar “una respuesta más sólida, urgente y ambiciosa” a la crisis climática. “Queríamos cerrar el Artículo 6 para implementar un mercado de carbono robusto con integridad ambiental, enfocado en generar recursos para transitar hacia un desarrollo sustentable, basado en bajas emisiones y resiliente al clima”, pero eso finalmente no fue posible.

Como resultado de esta cumbre se concretaron tres acuerdos. El primero de ellos es el compromiso de 84 países para comenzar a bajar sus emisiones a partir del año entrante. Sin embargo los países responsables de mas del 50% de las emisiones no forman parte de dicho compromiso. Un segundo acuerdo apunta a que la ciencia sea el eje fundamental para la formulación de políticas ambientales y el tercero tiene como objetivo la priorización del cuidado de los océanos.

Abel Sberna

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