A las 18 hras de este lunes, en la sala 2 del anexo del Congreso (Rivadavia 1841), se presentará “Legalización del aborto en la Argentina, científicos y científicas aportan al debate”; un libro que recoge la voz de científicos y científicas del CONICET en el debate por la legalización del aborto. Participarán Gabriela Diker, Marisa Herrera, Mario Pecheny, Daniel Filmus y Alberto Kornblihtt.
A comienzos de 2018, científicos y científicas provenientes de distintas disciplinas –desde expertos en derecho o religión hasta investigadores de las ciencias biológicas y de la salud- se convocaron en un lugar extraño para su rutina: el Congreso de la Nación. Se trataba por primera vez en el recinto legislativo la posibilidad de que el aborto se legalice en la Argentina y entre los setecientos expositores que participaron de las sesiones previas al debate parlamentario, un centenar provenía del ámbito científico. Esa cifra sorpresiva escondía una certeza: eran necesarios los argumentos basados en evidencias y datos validados científicamente, frente a las presentaciones que apelaban a los supuestos, las opiniones y los golpes bajos. De esa misma certeza surgió, un año después, la idea de publicar “Legalización del aborto en la Argentina, científicos y científicas aportan al debate”, un libro que acaba de ser editado por la Universidad General de Sarmiento (UNGS) y compila gran parte de aquellas voces del CONICET que participaron en la histórica discusión del Proyecto de Ley sobre interrupción voluntaria de embarazo.
“Salíamos de una audiencia con Marisa un día y coincidimos en que sería interesante publicar las presentaciones y el aporte de quienes fuimos a participar del debate como ciudadanos y ciudadanas, pero también como científicos y científicas. Eso es lo que debería hacer la Academia: contribuir al debate público con datos y argumentos, como una responsabilidad pública de quienes nos dedicamos a investigar. Más aun teniendo en cuenta que el debate lamentablemente seguirá, porque la ley todavía está pendiente”, señala Mario Pecheny, doctor en Ciencia Política, representante de la gran área de Humanidades y Ciencias Sociales del Directorio del CONICET y actual vicepresidente del organismo, quien llevó adelante la compilación junto a la investigadora y doctora en Derecho Marisa Herrera. “El CONICET y los ámbitos académicos estuvieron muy vapuleados durante los últimos años –agrega Herrera-, entonces nuestra idea con esta obra fue demostrar que los y las científicas tenemos una mirada transversal, que pudimos colaborar en este debate con miradas complementarias, porque cada uno y cada una desde su disciplina estudia distintas facetas del problema, y producimos conocimiento con un valor simbólico y realista para la sociedad”.
En aquellos días en los que Pecheny y Herrera comenzaban a soñar con la idea del libro, al diputado nacional Daniel Filmus se le ocurrió contactarlos con Gabriela Diker, actual secretaria de Evaluación del flamante Ministerio de Educación y entonces rectora de la UNGS, una casa de estudios cuyo Consejo Superior venía manifestando su adhesión pública a la campaña en favor del tratamiento del Proyecto de Ley sobre interrupción voluntaria del embarazo desde que se presentó por primera vez en 2011. “La decisión de editar este libro fue una continuidad de la senda que transita la UNGS, de promover el debate en torno a las cuestiones de género y a la ampliación de derechos”, asegura Diker.
El criterio adoptado para la publicación fue volcar al papel la pluralidad de voces de quienes participaron del debate tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores: expertos y expertas de las ciencias sociales, las ciencias jurídicas, la filosofía, la biología, la medicina. La invitación a participar se extendió tanto a los 27 investigadores e investigadoras del CONICET que se expresaron a favor en el debate –entre los que se encuentran el doctor en bioquímica y flamante Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, el biólogo molecular y actual miembro del directorio del CONICET, Alberto Kornblihtt, o la doctora en historia y ex directora del CONICET por el área de Humanidades y Ciencias Sociales, Dora Barrancos- como a los seis investigadores que se expidieron “en contra de modificar la legislación actual en materia de aborto, pero estos últimos se negaron, por distintas razones, a integrar esta especie de `actas` de una reunión académica o de un congreso, esta vez, referido a un Congreso en mayúsculas, el Honorable Congreso de la Nación”, explican los compiladores en las “palabras verdes de apertura” que inscribieron a modo de introducción al inicio del libro.
Consultados acerca de cuál creen que fue el principal aporte de los y las científicas al debate del aborto, estas fueron sus respuestas:
Marisa Herrera: -Durante el debate hubo un slogan mítico de Alberto Kornblihtt, que en su intervención dijo “No, no está bien, está mal” a (la senadora tucumana Sandra) Elías de Pérez. Este libro tiene que ver con eso: hay cosas que se dijeron durante la discusión que científicamente están mal y está bueno como científicos y científicas evitar que se diga cualquier cosa. Cuando dicen que el derecho a la vida es el primer y principal derecho humano, no es así. No hay una jeraquía de derechos, un claro ejemplo es la ley de muerte digna, por lo cual se prioriza la dignidad por sobre la vida. La idea de este libro tuvo que ver con empezar a poner las cosas en su lugar: hay cosas que jurídicamente, o genéticamente, o antropológicamente hablando, están mal, y está bueno dejar en claro que no se puede decir cualquier cosa.
Mario Pecheny: -Desde la ciencia uno debe ofrecer evidencia de lo que afirma. Como científicos no decimos cualquier cosa, decimos algo porque hay procedimientos que cualquiera podría hacer para verificar lo que estamos diciendo. Yo creo que este debate fue una práctica rara para la democracia. Rara en el doble sentido, de peculiar y de escasa. Porque no recuerdo que haya habido una participación similar organizada desde el órgano legislativo, en la que los propios legisladores llamen a otros y otras a pensar con ellos un tema: eso fue interesante y muy valioso.
Gabriela Diker: -La amplitud de la participación del registro científico tuvo una enorme virtud, que fue plantear todos los términos del problema desde todas las perspectivas posibles. Creo que eso se logró y este libro hace el aporte de recortar un registro, consolidarlo, sistematizarlo y decir: entre todos los registros posibles en los que se puede dar esta discusión, este es uno y tiene incidencia. Está claro que no decide, porque sino sería ley, pero es un registro singular, que coloca los temas de cierto modo.
Fuente: CONICET