Infobae – Luego de un largo debate en ambas Cámaras, de cinco horas, el peronismo logró aprobar en el Congreso sus proyectos de repudio al “golpe de Estado” en Bolivia. Tanto en Diputados como en el Senado, los documentos no fueron acompañados por Cambiemos. En el la Cámara alta, el PRO votó en contra y la UCR se abstuvo, mientras que en la Cámara baja todo el oficialismo se abstuvo con excepción de Daniel Lipovetzky, que votó a a favor del texto del PJ.
En Diputados la votación fue a mano alzada, lo que impidió contabilizar con exactitud el número de abstenciones. En el Senado, se realizó con tablero electrónico.
Los bloques del PJ y del oficialismo nunca pudieron llegar a un acuerdo entre los dos proyectos presentados. La disidencia se palpó desde un principio. Si bien horas antes el interbloque de Cambiemos había hecho público un proyecto de resolución en el que diferenciaba su postura de la Casa Rosada, luego, a la hora de debatir, decidió no dar quórum por desacuerdos con el Frente de Todos.
No solo por la cuestión “semántica”, como resaltaron algunos legisladores de la UCR para enfatizar o no en si la salida de Evo Morales fue o no “un golpe de Estado”. Incluso Mario Negri lo mencionó en su discurso de cierre. El oficialismo quería acordar una iniciativa que diera cuenta de las irregularidades en torno al proceso electoral, denunciadas por la OEA, como plasmó Cambiemos en el proyecto presentado.
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