Tres científicos del CONICET participaron de la elaboración del último Reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Este informe está centrado en mares y zonas congeladas y abarca las áreas más remotas del planeta.
Entre los días 20 y 23 de septiembre se celebró en la ciudad de Mónaco la 51a sesión del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de la cual participaron 104 autores provenientes de 36 países de todo el mundo. Argentina estuvo representada por tres investigadores del CONICET, Valeria Guinder, bióloga del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO, CONICET-UNS), María Paz Chidichimo, oceanógrafa del Servicio de Hidrografía Naval (SHN) y Federico Isla, geólogo del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMYC, CONICET-UNdMP). En dicho encuentro se elaboró el Reporte Especial sobre el Océano y la Criósfera en un Clima Cambiante, el cual se centra en mares y zonas congeladas y abarca todas las áreas remotas del planeta.
Este importante trabajo permitió que los expertos evaluaran el impacto y los riesgos que el cambio climático representa para los océanos y las regiones congeladas del planeta, como los glaciares y los casquetes polares. El informe se sustenta en el análisis de los impactos históricos observados en el presente en relación al período pre industrial y proyecciones a futuro basadas en diferentes escenarios posibles desencadenados por el calentamiento global.
Entender el impacto del cambio climático sobre el los océanos y la criósfera resulta fundamental para tener una idea más formada de lo que puede suceder en el mediano plazo en el planeta ya que esos ambientes juegan un rol fundamental en la regulación del clima global. El 71 por ciento del planeta está cubierto por los océanos y otro 10 por ciento está cubierto por regiones congeladas. Los océanos absorben la mayor parte del calor y alrededor de un 30% del exceso de dióxido de carbono de la atmósfera. Esto ha provocado un aumento considerable de la temperatura del agua y el derretimiento de los hielos, con el consecuente aumento del nivel de los mares. Al mismo tiempo el agua sufre modificaciones a nivel físico y químico que tiene efectos drásticos sobre los ecosistemas, la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de los recursos marinos.
En relación al periodo pre industrial, se estima que el nivel actual de calentamiento global medio es de 0.8 grados y se estima que continuará en aumento. “A un nivel de calentamiento global de 1.5 grados centígrados, habrá un alto riesgo de pérdida de biodiversidad y deterioro de hábitats naturales como los arrecifes de coral o los bosques de algas sumergidas, que son muy sensibles a las olas marinas de calor. Se proyecta una disminución del 15 por ciento en la biomasa animal marina en todos los niveles tróficos y una disminución entre el 20 y 30 por ciento de las capturas pesqueras para finales de siglo”, detalló Guinder. “En el reporte mostramos que los cambios detectados en el océano y la criósfera son irreversibles en las escalas de tiempo relevantes para la sociedad humana y los ecosistemas marinos, lo que indica que debemos actuar ahora con estrategias de mitigación y adaptación, y en particular en nuestras regiones es esencial aumentar la información”, señala Chidichimo. Por su parte Isla agrega que “Tenemos la responsabilidad de analizar los cambios del planeta a altas latitudes del hemisferio oceánico para poder puntualizar nuestras propias predicciones y consecuencias”.
El aumento de las temperaturas ha provocado derretimiento de los hielos y aumento del nivel de los mares. Al mismo tiempo se han incrementado los eventos climáticos extremos, como las olas de calor, tormentas y mareas altas. Las proyecciones actuales prevén que estos eventos se dupliquen durante el transcurso del siglo, afectando a 680 millones de personas que habitan islas y zonas costeras.
Según los especialistas, las alteraciones provocadas en los océanos y la criósfera son irreversibles y por lo tanto resulta urgente trabajar en medidas para evitar que el impacto continúe creciendo. El reporte propone estrategias de conservación, protección y restauración de ecosistemas como medida para adaptación y mitigación del cambio climático. Pero principalmente resulta fundamental reducir las emisiones de dióxido de carbono y evitar que el calentamiento supere los 1.5 grados de aumento, lo cual tendría consecuencias muy severas.
Abel Sberna
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