Fredy Gallardo (Puerto Montt, 1957). Poeta y cantautor. Vive en Río Grande desde 1980. Ha publicado: Las esquirlas del polen, 1989; Navegaciones, 1993; Sensaciones, 1995; A la velocidad del grito, 1997; Sur profundo, 2000; El azul del frío, 2004; Poesía a contraviento, CD, 2006; El cielo bajo el agua, 2012. En 1989 realizó junto a Mingo Gutiérrez y Patricia Cajal, la Fundación poética de Río Grande. Con los mismos autores publicó en 1991, la obra El secreto.

Comenta Fredy Gallardo para EL ROMPEHIELOS:

Nos esforzamos mucho para poder crear, para poder hacer arte con lo cotidiano.

No tengo método de trabajo. Mis poemas nacen del título.

Dicen que tengo una corriente lárica, que es escribir desde el origen. Los poetas chilenos me dieron a entender eso, que yo era un poeta lárico.

Estando aquí escribir sobre su lluvia, su mar, su cielo, su paisaje.

Así fui escribiendo. Los pares te van reconociendo y uno va conociendo.  Fueron años muy buenos, de juntarse con Daniel Quintero o con Oscar Barrionuevo que siempre estábamos juntos. Vieron que las noches de vino ayudan mucho.

Mi forma de escribir es muy espontánea. No tengo tiempo, no me fijo y releo como otros poetas que son más metódicos.

Hay que tener compromiso. Tuve la suerte de representar a la provincia y de cantar mi poesía. Y también poemas de otros poetas. Como hice con un poema de Leite, Guanaco sutil, que ganó un premio en Comodoro Rivadavia, cantado por Mabel García. El Mochi para mí fue el que más caminó. Hoy en día lo conocen en toda la Patagonia.

Anduvimos ahí, tratando de leer la poesía y de hacernos cargo, que es lo más importante.

Algunas poesías de Fredy Gallardo:

Herederos del frío

……………..2
A la memoria Nelly Iris Penazzo

Amanece
y los carámbanos estallan
como golpes de mar
a la hora del deshielo
Y la ley 3218 sigue archivada
en la biblioteca pública
de la república olvidada.

Como la historia del dueño de la tierra
extraviada al norte del cielo
Como la huelga del 21
oculta en la recámara de un Máuser
Como la dimensión del aislado

Aquí en esta latitud los guanacos
ya no transitan por la misma huella
Los jalones dividen cada día más
la planicie
Y el vuelo del sueño
se quiebra a la vuelta del invierno

Es hora de invocar al espíritu
de la lluvia para enfrentar la obsecuencia
encallada frente al río

Es tiempo de acuñar la memoria
sobre las cenizas

Pero ni la revolución del frío
congela el hambre

Oscurece
y el rocío de la noche
cae sobre el último hombre
que se marchó a contraviento
blasfemando por la llanura del cielo de los cielos.
Amén.

………..3
A Mónica Alvarado

Una pincelada azul
cruza la llanura deshelando los inviernos

Colgados del último glaciar
destilaron su dolor

Bajo otro cielo el chamán
no divisa el río

El pozo de la memoria se desborda
Los colores se entrelazan tras la ventisca
El plomo estalla en la carne
La historia sigue su curso

Bajo tu pincel
El arco iris
El luto
El mar
Las piedras
Las hojas
Las lágrimas
Los sueños
Los cielos
Los ojos de un tiempo más azul

De la esquina de un crepúsculo
pende el rostro de un Dios oscuro.

El mar no tiene cima

……………8
Un marinero
del mar de la tierra,
cuando zarpa, no deja vestigios.
Como los piratas del mar del alma.

Ellos siempre han navegado en tinieblas
los fiordos del espanto.

No usan brújula por temor a quedarse atrapados
en la bajamar del olvido.
Pero la última dotación
no ancla en tierra por miedo a represalias.
Ocultarse tras una meretriz
te anclara una temporada en tierra.

Pero anudar el amor
en el puerto no es de tripulantes
de altamar.
Sólo los grumetes de playa
vomitan su vergüenza al amanecer.
Antes de levar el ancla de la esperanza
un marinero no deja indicios de sur
en la nostalgia.

……………9
Por la angostura de la tarde
pasa un náufrago sobre el agua turbia.
Y una luna de miel de 30 días y 69 noches
se pierde en la boca oscura de un mar engañoso.

Sin luz interior
se aleja un barco sobre la cubierta
de tu vientre.

Una agonía dolorosa
será la sentencia.

Quemar las naves
no es la alternativa justa,
grita un marinero anclado
al borde del alma de una guitarra
en llamas.

Salvar un semitono del corazón
en la hondura lúgubre del sueño
será suficiente pera el vuelo.

El eco divide el silencio.
El viento repite tu nombre.
Mi nombre.

Un grito huye del infierno.
El brillo de tus ojos ilumina
el cielorraso del cielo de la calle.

Mi intemperie.

Contacto: www.facebook.com/fredy.gallardo.1675

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