La historia argentina en la Antártida es larga y tiene mucho para contar. Ciento quince años de presencia ininterrumpida tienen un párrafo aparte destinado al Instituto Antártico Argentino (IAA), que celebra 68 años de vida desde su creación, el 17 de abril de 1951.
El Continente Blanco es base de disputas de soberanía que, desde la firma del Tratado Antártico en 1961, se realiza de manera absolutamente pacífica y sin posibilidades de mediar a través de acciones militares.
En esa compulsa de armas aparte, el Instituto Antártico pasa a ser protagonista ya que en palabras de su presidente, Rodolfo Sánchez a EL ROMPEHIELOS: “El objetivo del IAA es afianzar el reclamo de soberanía argentino en la Antártida mediante el desarrollo de investigación científica, no somos un instituto de investigación básica, sino que somos un instituto con una orientación política definida”.

Rodolfo Sánchez, Director del IAA
El Instituto Antártico es especial, no se trata solamente de una usina de desarrollo científico: “En nuestro caso todo este desarrollo apunta a que nosotros tengamos argumentos sólidos para sostener nuestro reclamo soberano”, afirma Sánchez. De esta forma, IAA también hace “investigación básica”, pero “lo que se conoce un poco menos de la actividad del Instituto es que brinda respaldo científico a las posturas argentinas en negociación internacional”.
El IAA realiza asesoramiento consultivo que permite demostrar que la Argentina está ahí presente, y no de manera pasiva, más bien todo lo contrario: produce conocimiento práctico. De esta forma, y solo para poner un ejemplo de tantos, Sánchez indica que “cuando en la convención para la para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos se está discutiendo si el límite de captura de peces lo subimos o lo bajamos, detrás de la postura que pueda tener Argentina hay un sólido respaldo científico”.

Base Carlini, fundada en 1982, está ubicada en la Isla 25 de Mayo. Foto: Dirección Antártica de Ejército
La razón de ser, el alma de este eslabón clave del entramado argentino antártico que es el IAA se fundamenta, finalmente, en “el asesoramiento científico que aporta o en las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico, es parte fundamental de nuestro trabajo en la Antártida”.
El diálogo como herramienta para el reclamo soberano y la ciencia como tanque y trinchera en la batalla del conocimiento son características que hacen a la vida diaria de aquel enorme y mítico lugar; y el IAA, a sus 68 años, es una pieza fundamental en el tablero del lado en el que está jugando la República Argentina.
Gastón Lodos